¿Demonios o negligencia? El aterrador exorcismo de Anneliese Michel que marcó un antes y un después en la Iglesia

Anneliese Michel antes y después del exorcismo.
Anneliese Michel antes y después del exorcismo.

La joven Anneliese Michel falleció tras ser sometida a 67 rituales de exorcismo en nueve meses. Sus padres y los exorcistas fueron responsabilizados. Esta es su historia.

En 1976, una joven estudiante alemana de 23 años murió tras ser sometida a un exorcismo que incluyó 67 rituales a lo largo de nueve meses.

Al final pesaba sólo 30 kilos, pues se había obligado a ayunar creyendo que eso la liberaría de la influencia de los seis demonios que creía habitaban su cuerpo.

Tras su muerte, sus padres y los dos sacerdotes a cargo de los rituales fueron llevados a juicio por homicidio por negligencia, al permitir que literalmente muriera de hambre.

La historia de Anneliese Michel

Esta es la historia de Anneliese Michel, una chica que creció en una familia normal, pero con una gran espiritualidad aprendida de su madre. De hecho, la mujer le enseñó que la única forma de redimir los pecados era a través del dolor.

A los 17 años, en 1969, Anneliese comenzó a sufrir extrañas convulsiones que fueron diagnosticadas como epilepsia. Las cosas fueron empeorando cuando empezó a tener alucinaciones diabólicas mientras rezaba y luego a escuchar voces en su cabeza.

Cuatro años después, la joven desarrolló una fuerte depresión, ya que debido a su condición, la que nadie podía diagnosticar correctamente, había tenido que dejar sus estudios universitarios.

“Cuando estaba poseída era algo antinatural”

Su fe la llevó a pedir ayuda a la iglesia local, solicitando un exorcismo que le fue negado.

“Anneliese era una chica amable, cariñosa, dulce y obediente, pero cuando estaba poseída era algo antinatural, algo que no puedes explicar”, señaló al diario británico The Telegraph Anna Michel, madre de la joven.

La condición de Anneliese fue empeorando, a las alucinaciones y voces en su cabeza se sumaron otros comportamientos extraños como realizar 600 genuflexiones al día, que acabó por romperle los ligamentos de la rodilla.

Durante dos días se escondió bajo una mesa y ladró como si fuera un perro, el resto de la semana se le veía comer arañas, carbón, lamer su propia orina del suelo y hasta en una ocasión arrancó de un mordisco la cabeza de un pájaro muerto.

También gritaba por horas a través de las paredes y no toleraba ningún artículo religioso, como crucifijos o rosarios, los que rompía en cuestión de segundos.

“No me arrepiento”

Anneliese, además, rechazaba los tratamientos médicos para aliviar sus síntomas, los que más tarde fueron comparados con esquizofrenia.

En este punto la familia volvió a pedir ayuda a la iglesia de Klingenberg, la que aceptó intervenir en su tercera súplica. Fue así como los padres Ernst Alt y Arnold Renz se hicieron cargo del caso de Anneliese y aceptaron llevar a cabo el exorcismo.

“No me arrepiento. No había otra forma”, aseguró la madre de la joven.

Los sacerdotes realizaron el exorcismo, según las normas de 1614, en dos sesiones semanales de hasta cuatro horas, por nueve meses, asegurando que había más de seis demonios en el cuerpo de la joven: Lucifer, Judas Iscariote, Nero, Cain y Adolf Hitler.

Cada sesión era grabada. En total se dice que se reunió 42 horas de material donde se escucha a la joven gritar y gruñir, incluso en otros idiomas.

El último exorcismo fue el 30 de junio de 1976. En ese momento Anneliese estaba casi agonizando. Pesaba sólo 30 kilos, pues se negaba a comer, esperando que el ayuno le ayudara a deshacerse de los demonios. Obviamente, estaba desnutrida y deshidratada, además de sufrir de una fuerte neumonía.

La estudiante no resistió el ritual y falleció en su casa. Sus últimas palabras fueron para su madre, donde reconocía tener miedo.

El legado de Anneliese

Tras la muerte de Anneliese, sus padres y el sacerdote fueron procesados por la justicia por negligencia, acusando que pudo evitarse la muerte de la joven con la intervención de un médico.

Se les condenó a seis meses de cárcel, pero tras el pago de una fianza quedaron en libertad condicional por los siguientes tres años.

“Sé que hicimos lo correcto porque vi las heridas de Cristo en sus manos”, dijo su madre. “Ella llevaba estigmas y eso era una señal de Dios de que deberíamos exorcizar a los demonios. Ella murió para salvar a otras almas perdidas, para expiar sus pecados”, agregó.

En 1984, varios obispos alemanes solicitaron al Vaticano revisar el rito de exorcismo a raíz del caso de Michel. No fue hasta 1999, que Roma decidió escuchar y actualizarlo por primera vez desde el siglo XVII, destacando la necesidad que sus exorcistas también tuviesen entrenamiento médico.

El caso, además, inspiró la película El exorcismo de Emily Rose en 2005.

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