El misterio sin resolver del iquiqueño que desapareció por 8 años y volvió sin envejecer

Rigoberto decide viajar a las ex oficinas salitreras y desaparece sin dejar ningún rastro. Ocho años más tarde aparece como si nunca hubiera pasado nada.
Rigoberto decide viajar a las ex oficinas salitreras y desaparece sin dejar ningún rastro. Ocho años más tarde aparece como si nunca hubiera pasado nada.

Después de dos años de búsqueda, su familia lo dio por muerto.

Tal vez se trate de uno de los casos más inexplicables que han sucedido en el mundo y muy poco se habla de este.

La historia se remonta en el norte del país y estuvo oculto por muchos años debido al impacto que significó para la familia involucrada.

El día menos pensado

Esta desconcertante historia vio la luz gracias al programa de TVN conducido por Carlos Pinto. Para su primera temporada, en 1999, se estrenó el capítulo 8, “El viaje”, que relataba la historia de Rigoberto Vergara gracias a la entrevista de un testigo clave.

8 años desaparecido
Juan Curilem como Rigoberto en El día menos pensado, 1999.

Rigoberto era un hombre de familia que trabajó por más de 30 años en una empresa minera. No tenía muchos amigos, era tranquilo y no tenía vicios.

Su vida junto a su esposa y sus dos hijas era normal hasta que comenzó a interesarse por la Guerra del Pacífico y las oficinas salitreras de Humberstone y Santa Laura.

salitrera
Salitrera Santa Laura (Créditos: Jorge López).

En un principio, Rigoberto se limitaba a leer libros y frecuentar la biblioteca para revisar archivos históricos. Sin embargo, cuando su curiosidad fue aumentando, decidió dejar su empleo para visitar más seguido las salitreras.

Su familia estuvo mucho tiempo sospechando de alguna enfermedad o condición puesto que, luego de dejar su empleo, se levantaba temprano por las mañanas para “no llegar tarde”, pero ¿a dónde iba a llegar tarde?, ¿a quién respondía por sus “atrasos”?

Fue una de esas mañanas en que lo vieron salir de casa por última vez. Rigoberto se fue vestido con una camisa celeste a rayas, un pantalón caqui y el periódico del día bajo el brazo.

Última vez que vieron a Rigoberto antes de desaparecer.
Última vez que vieron a Rigoberto antes de desaparecer.

Al no tener idea de su paradero, su esposa denunció la desaparición con Carabineros y sus hijas recorrieron los pasillos del hospital preguntando por él, pero ninguna tuvo suerte.

La búsqueda continuó por dos años hasta que decidieron aceptar que algo le había ocurrido y que no volvería. Rigoberto fue declarado oficialmente fallecido por muerte presunta.

rigoberto
Tumba simbólica de Rigoberto.

Al igual que con la muerte de cualquier persona, su familia se esforzó por continuar sus vidas y, ocho años después, una de las hijas escucha que golpean la puerta.

Con su hijo en brazos, la joven recibe en la entrada a nada más, ni nada menos que a su padre. Con su misma camisa, pantalón y periódico bajo el brazo, tal cual lo vio por última vez la mañana en que desapareció. Pero, aún más sorprendente, él no había envejecido.

Ella no fue la única descolocada por la situación. Rigoberto no entendía por qué su hija se veía tan grande, por qué los muebles de su hogar habían cambiado de lugar, ni quién era ese bebé que cargaba.

Para él habían pasado un par de horas, para el resto del mundo, ocho años.

rigoberto
Reacción de su esposa e hija a su regreso.

Lo más desconcertante fue descubrir que él no recordaba nada de lo ocurrido. Según su versión, lo último que recuerda es haber salido de su casa aquella mañana, como cualquier otro día. Para él, todo lo que vino después es un completo vacío.

La falta de recuerdos sobre su paradero durante esos ocho años dejó a todos con más preguntas que respuestas. ¿Dónde estuvo? ¿Qué le ocurrió? ¿Por qué no envejeció? ¿Cómo es posible que todo su cuerpo y mente siguieran intactos?

Lo que pudo ser el descubrimiento del siglo

Carlos Pinto realizó la investigación de este caso gracias a los testimonios de Andrés Barros, parapsicólogo y amigo de Rigoberto que estuvo presente para su desaparición y retorno.

Además de contar los detalles del misterio, Barros declaró que su amigo se encontró bastante afligido por lo sucedido y que, a pesar de haber aceptado someterse a una terapia de hipnosis regresiva, finalmente se arrepintió.

Aquello significó para él un terrible arrepentimiento, puesto que Rigoberto falleció al poco tiempo después y su secreto de lo que había vivido esos 8 años nunca se supo ni se sabrá.

“Siento una gran frustración porque, de haberse explicado esta realidad, eso habría sido noticia mundial”, expresó el parapsicólogo.

La misteriosa desaparición y reaparición de Rigoberto Vergara ha llevado a teorías como su posible paso por una dimensión paralela, coexistiendo en otro plano durante ocho años, o la abducción alienígena. Estas ideas, aunque especulativas, intentan explicar por qué no envejeció ni recuerda nada de lo ocurrido.

Este caso, relatado por “El día menos pensado”, sigue siendo un enigma que desafía nuestra comprensión del tiempo y el espacio.

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