Para algunas personas, ocultar los gastos significaría una gran traición.
Uno de los pilares más importantes en todo tipo de relaciones es la confianza por lo que la infidelidad financiera es una conducta que puede poner en riesgo los vínculos.
La infidelidad financiera puede definirse como la ocultación intencionada de información sobre cuestiones económicas que afectan directamente a una pareja.
Esta conducta se trata de ocultar gastos, ya sean pequeñas compras hasta la acumulación de deudas, inversiones o cuentas bancarias secretas.
Al parecer esto sería más común de lo que se cree, ya que en Estados Unidos una de cada cinco personas reconoce haber escondido una deuda, saldo en tarjetas de crédito o hábitos de compras compulsivas, según un estudio de la consultora estadounidense creditcards.com.
“El manejo del dinero dentro del vínculo de pareja es uno de los temas que se debe enfrentar a la hora de convivir. Hacer un ‘pozo’ común; distribuir los gastos; aportar y dejar que el otro se encargue de administrar; o ahorrar lo que sobra y disponerlo en forma individual según los intereses de cada uno son algunas de las opciones más frecuentes”, señala el médico psiquiatra y sexólogo Walter Ghedin. “Pero no todo se ‘blanquea’, lo que da lugar a ocultamientos y mentiras”.
¿Siempre se considera una traición?
La percepción de infidelidad financiera siempre va a depender de los acuerdos y expectativas que tenga cada pareja.
Esto quiere decir que si la pareja acuerda mantener una parte de las finanzas de modo privado, dicho ocultamiento no se debería considerar infidelidad.
Para las parejas que acordaron tener transparencia económica, cualquier desvío de este acuerdo puede ser percibido como una traición. Es por esto que durante los últimos años se han popularizado las terapias financieras.
Este nuevo campo de especialización combina la terapia psicológica junto con el manejo del dinero.
“Las peleas por dinero siempre son muy ofensivas. El dinero no es solo un pedazo de papel”, señaló a BBC Mundo Megan McCoy, psicóloga especializada en terapia financiera y profesora de la Universidad de Kansas.
“El dinero es un símbolo de poder, control, seguridad. Entonces cuando tienes una pelea por dinero, suelen haber otros niveles de conflicto que salen a flote. Mientras más claramente hablen las parejas de dinero, las cosas serán más fáciles”, señala la experta.