Esta filosofía de vida tiene como pilares fundamentales la libertad, el consentimiento y el placer.
Aunque suene obvio, el sex positive es la manera en que actualmente las personas se relacionan con sus prácticas y deseos sexuales, sin sentimiento de culpa, frustración, bochorno o vergüenza, ya que esta tendencia percibe la sexualidad como un don no solo con el fin de reproducirnos, sino para llevar el placer a otros niveles.
La única condición del sex positive es que siempre debe haber consentimiento de por medio, es decir, las prácticas delictivas no caben en esta filosofía de vida.
Para lograr una relación sana con tu propia sexualidad también deben estar presentes algunos factores como la comunicación y la educación en todos sentidos, no sólo sexual, elementos imprescindibles para lograr prácticas más placenteras y con menos tabúes.
El movimiento sex positive, también denominado en español como positivismo sexual, se basa en tres principios fundamentales: libertad, consentimiento y placer.
¿Cómo dejar de ser sex negative?
Según explican en Cosmopolitan, en algún momento de la vida, todas las personas han sido sex negative alguna vez y al tratarse de una filosofía de vida, la sex positive debe practicarse todos los días y en todo momento.
“Los sex negative tienen que chambear constantemente para evitar que el inconsciente colectivo se apodere de sus prejuicios sexuales ya que estos hacen que percibamos a la sexualidad como un conjunto de prácticas sucias, peligrosas e inmorales”, detallan.
Una filosofía de vida
La apertura sexual y al diálogo asertivo, centrándose en el respeto hacia todos los involucrados, son ejes centrales de esta filosofía.
Una tendencia que se aleja de las imposiciones, los prejuicios y los tabúes, pero muy cerca de la educación sexual integral, aliada clave del deseo. Eso sí, esto no significa que “vale todo”.
Según explica a Clarín el psicólogo, sexólogo y director del Curso Introducción a la Sexualidad de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana, Federico Rinaldi, se trata de “una posición filosófica asociada a una perspectiva positiva de la sexualidad, donde la libertad sexual es un valor humano”.
“Esta forma de percibir la sexualidad (no sólo respecto al acto coital, sino también a la orientación, género, erotismo y demás) está en consonancia con los derechos sexuales de todas las personas y se asocia a una actitud erotofílica”, añade
Para Andrea Orlandini, sexóloga y psicóloga especialista en parejas, para ser sex positive es esencial una mentalidad abierta, dispuesta a no juzgar y respetar la autonomía sexual personal, “siempre que haya consentimiento”.
Para la especialista, el sex positive es una filosofía cultural que entiende la sexualidad como una fuerza que permite y celebra la diversidad, los deseos diferentes y las estructuras relacionales y elecciones personales basadas en el consenso.