Estas son algunas formas reales y efectivas para aliviar el bolsillo.
Según el XXXIV Informe de Deuda Morosa elaborado por la Universidad San Sebastián y Equifax -correspondiente a los meses de julio, agosto y septiembre de 2021, los deudores morosos llegaron a los 4.037.742 personas. .
Y para encontrar soluciones a este tipo de situaciones complejas, es que existen 4 formas reales y efectivas para salir de las deudas, entregando opciones legales.
Repactando
Si en este momento los intereses y cuotas mensuales que estás pagando son muy altos y no te alcanza el dinero para vivir, entonces puedes acercarte a la empresa y por ejemplo llegar a un acuerdo en el que aumenten las cuotas pero el valor mensual que pagas sea mucho menor.
Prescripción
Las deudas tienen un plazo de vencimiento, donde la empresa no podrá seguir buscando que le pagues y tú estarás libre, no tendrás que seguir pagando.
“En Chile las deudas prescriben después de 5 años, pero hay que tener cuidado, ya que mientras no hayan prescrito, la empresa aún puede demandarte y por lo tanto quitarte tus cosas. Esta es una buena solución solo si la empresa a la que le debes no ha realizado una acción de cobranza en mucho tiempo. Si ha pasado más de 1 año sin noticias, entonces es poco probable que sigan con el proceso y ahí si te conviene esperar la prescripción” asegura Armando De Laire Forttes, Abogado y Socio Fundador de Adiós Deudas, equipo jurídico que apoya a los deudores.
Ley de Quiebras
Esta opción permite comenzar de cero y extinguir las deudas de forma definitiva. La ley le da al deudor la opción de rematar sus bienes y con el dinero que se saque pagar la deuda. Aquí no importa si los bienes son pocos y la deuda muy grande, lo que se saque de ganancia bastará para que quede todo saldado. Esta ley igual entrega la opción de repactar las deudas con mejores beneficios.
Realizando el pago
Finalmente, es la opción que suena más obvia, pero no es accesible para todos. Muchas personas pagan más de lo que ganan y tienen intereses millonarios que no pueden costear, entrando en el círculo vicioso de la “Bicicleta Financiera’', donde pides préstamos para pagar otros préstamos en forma constante.