La respiración humana y el hacinamiento pueden empeorar la calidad del aire en nuestros hogares, pero... ¿cómo puedo mejorarlo?
El CO2 o dióxido de carbono es un gas incoloro cuyo origen se encuentra tanto en fuentes naturales como en la propia actividad humana.
Es importante considerar sus consecuencias tanto en la calidad del aire interior que respiramos, por ejemplo durante el teletrabajo, como en la contaminación atmosférica y la emisión de gases efecto invernadero.
En concentraciones normales, las personas y los animales exhalan CO2 en su respiración y también se encuentra de forma natural en el ambiente.
Aun así puede llegar a ser un gran indicador de la calidad del aire que respiramos.
El CO2 y sus efectos en la salud
Aunque la principal fuente de dióxido de carbono en ambientes interiores es la respiración humana, pueden darse altas concentraciones de CO2 por diversos factores.
Por ejemplo, altos niveles de ocupación humana en un lugar específico, mala ventilación, etc.
La mala calidad del aire al interior de mi oficina o habitación, se puede medir en partes por millón (ppm), considerando la siguiente escala:
- Hasta 350 ppm: alta calidad de aire interior
- Entre 350 y 500 ppm: buena calidad de aire interior
- Entre 500 y 800 ppm: moderada calidad de aire interior
- Entre 800 y 1200 ppm: baja calidad de aire interior
- Nivel superior a 1200 ppm: mala calidad de aire interior
Cómo medir
Una de las maneras más eficaces para prevenir situaciones de elevadas concentraciones de CO2 en el ambiente interior y, por tanto, una deficiente calidad del aire que respiramos, es instalar medidores.
En el comercio se pueden encontrar equipos compactos y fiables desde los CL $10.000, en portales como Amazon, AliExpress o Mercadolibre.
Cómo combatirlo
Según Fernando Santibáñez, Chile tiene muchas posibilidades de aportar en la captura del CO2.
"Podemos aportar a través de los planes de reforestación", sugiere el académico de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile.
"Chile es uno de los países del mundo, que no son muchos, que ha aumentado su masa forestal en los últimos 40 años", señala el experto.
Según Santibáñez, "debiéramos seguir en esa vía de capturar CO2 desde la atmósfera, ayudar a limpiar la atmósfera por la vía de seguir aumentando nuestra masa forestal".
"Eso implica, además de plantar árboles, evitar que se quemen, evitar los incendios forestales creando una consciencia en toda la población de que cuando un árbol crece y atrapa CO2 todos nos beneficiamos de alguna manera".