Cache cómo controlar el uso de celus en los brocas

A diferencia de uno, que con suerte tenía teléfono fijo en la casa cuando chico, los broquitas de hoy parece que nacieran con el celu en la mano. Y hartas rabias hacen pasar a los papis pa' que los suelten y pongan atención en otra cosa.

Gerardo Chandía, profe de la Escuela de Psicología de la U. Católica del Maule, nos tira unas recomendaciones útiles para llevar la cosa por el camino correcto.

Ponga atención:

1

Mientras más se posterga el uso de medios tecnológicos es mejor, en términos de salud mental. O sea, lo ideal es no pasarles el aparatito a los chicocos en etapa preescolar. No caiga en la tentación de ponerles el celu para calmarlos cuando les venga la pataleta.

2

Cuando tienen más de 6 años la mano es supervisarlos mientras manipulan el celulítico porque se exponen a ver material no recomendable para su edad.

3

No le regale uno de estos aparatos a los niños antes de los 14 años, ya que ''en promedio, le dura un mes antes que se rompa, se lo roben o lo pierda, lo que comprueba que aún no están preparados para manejar tecnología'', tira el especialista.

4

Hasta los 14, el caperuzo recomienda regular el tiempo que los chiquillos usan estos dispositivos. Que no sea más allá de una hora diaria y en lo posible que realice también otro tipo de actividades. ¡¡¡Saca la nariz de la pantalla y anda a jugar a la calle, cabro!!!

5

No se haga el leso. Son los adultos los encargados de poner los límites, los que deciden cuándo le facilitan el acceso a su hijo de estos aparatitos. El filtro y el tiempo no lo puede dar el niño sino que el papá.

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