Industrias mineras, multinacionales, compañías de salud, sector público y más son muchos de los segmentos que se han dado cuenta de la importancia de sumar a mujeres en altos puestos directivos. Todo parece indicar que el fenómeno seguirá incrementándose.
Es un hecho a la causa de que cada vez se observa a más mujeres participando en altos cargos directivos, tanto de empresas privadas como públicas.
Uno de los estudios más relevantes a la hora de medir este fenómeno es el Ranking IMAD, indicando un fuerte incremento desde su primera medición en 2017, hasta la fecha.
El estudio, también elaborado por Mujeres Empresarias, en conjunto con la Dirección de Estudios Sociales de la Pontificia Universidad Católica de Chile (DesUC), reflejó que durante el periodo 2017-2021 la participación femenina en la línea ejecutiva principal pasó del 13% 22%, de 9% a 20% en el acceso a directorios.
Sin embargo, en términos generales, el ránking observó que el 79% de las empresas cuenta con al menos una mujer en su línea ejecutiva, lo que nos habla de la importancia que tiene actualmente la presencia femenina en las empresas.
Sin embargo, aquello no es un signo de conformismo, las brechas de género siguen siendo altas y por esa razón el Gobierno, a través del Ministerio de Economía, hace unas semanas dio a conocer un plan para que en un plazo de seis años, un 40% de los miembros de cada directorio de las grandes empresas fiscalizadas por la Comisión del Mercado Financiero en Chile sean mujeres.
La estrategia tiene como meta intermedia llegar a un 20% de participación de aquí al 2025.