El robot rover trabajaba en la superficie marciana, en busca de vestigios de agua, cuando se detuvo a trabajar en una misteriosa roca.
Una misteriosa roca del planeta Marte generó interés a partir de la misión del robot rover Perseverance de la Nasa. El vehículo, uno de los varios que lanzado la agencia estadounidense para el estudio del planeta rojo, comenzó a trabajar en el cráter Jezero, una zona donde se cree, alguna vez hubo agua.
La búsqueda de agua en el planeta ha sido de los objetivos de interés para las expediciones científicas. Hasta ahora se ha planteado que existe agua congelada en algunos puntos del planeta, la única forma en que podría mantenerse, ya que debido a la delgada atmósfera y las temperaturas del planeta, esta se evaporaría muy rápido.
De allí que el rover trabaje en zonas donde los científicos creen que alguna vez hubo cuencas fluviales. En el cráter Jezero, el vehículo se detuvo frente a una roca. "Mirando adentro para mirar algo que nadie ha visto nunca", publicó la cuenta de Twitter del Perseverance, antes de comenzar a perforar.
Y en la publicación, se agrega: "He desgastado un pequeño trozo de esta roca para eliminar la capa superficial y echar un vistazo por debajo".
Aquello que "nadie ha visto", se trata de misteriosas manchas blanquecinas con formas geométricas, las que según los científicos, darían pistas de que alguna vez el cráter fue un lago.
Por ello, las rocas serían parte de la habitual erosión fluvial, probablemente arrastradas desde el curso superior. Según estimaciones del equipo, publicadas en la revista Science, la zona habría estado alimentada por un pequeño río hace unos 3.700 millones de años.
https://twitter.com/NASAPersevere/status/1458118178802847747