Rayos gamma: la alternativa para tratar tumores cerebrales

La neurocirugía se ha convertido en una opción para tratar esta enfermedad y también la Neuralgia del Trigémino. No necesita pabellón, es ambulatoria y presenta riesgos muy bajos para los pacientes.

El tratamiento con rayos gamma viene a complementar y, en muchos casos, reemplazar las cirugías tradicionales para tratar tumores cerebrales y la Neuralgia del Trigémino. No requiere cirugía general, el paciente no sentirá molestias ni dolor y sus riesgos son menores al 1%. El neurocirujano y miembro del Centro Gamma Knife, Gustavo Zomosa, señaló que este tratamiento tiene varias aplicaciones en los tumores malignos, como la metástasis y en los benignos.

El tratamiento ambulatorio, y sin necesidad de abrir el cráneo, se realiza de dos maneras: la primera, actúa sobre los vasos sanguíneos y células de los tumores, de tal manera que impide el crecimiento de ellos. Y en la segunda la radiocirugía daña el material genético en las células del tumor, perdiendo su capacidad de reproducirse y deteniendo su crecimiento.

"El tratamiento dura una o dos horas pero requiere colocar un anillo de titanio para fijar el cráneo. Se hace una resonancia y luego se trabaja en un cálculo con un programa computacional para sacar el número exacto de la dosis", explicó Gustavo Zomosa.

El neurocirujano indicó que si bien este tratamiento no extirpa el tumor, con una dosis única de radiación se mantienen los tumores controlados, de tal manera que no crezcan más de un 20% a lo largo de los años.

"La gente ha accedido más a este tratamiento porque se ha difundido y lo ha conocido. Además lo prefieren porque es un tratamiento más conservador que la cirugía convencional", enfatizó Gustavo.

Beneficios

Entre los beneficios se considera que los síntomas disminuyen o desaparecen. Además, post tratamiento el periodo de reposo es de dos días máximo. Sin embargo, no todos los tumores benignos se pueden tratar con neurocirugía, deben ser pequeños y el paciente debe presentar pocos síntomas.

El neurocirujano indicó que su valor bordea entre los 5 -6 millones de pesos, ya que aún no figura en Fonasa.

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