Crónica
Hombre muere a la salida de una disco en Arica: fue golpeado por un grupo de sujetos
La víctima es un ciudadano chileno de 31 años y hasta el momento no hay personas detenidas.
La víctima es un ciudadano chileno de 31 años y hasta el momento no hay personas detenidas.
El crimen fue atribuido al clan Los Gallegos, brazo del Tren de Aragua en Arica.
Se trataría de dos víctimas de un brazo del Tren de Aragua que opera en la zona.
El mandatario se dio el tiempo de responder la inocente consulta del pequeñín, durante su visita a Putre.
Junto con la pena de cárcel, el sujeto nunca más podrá trabajar como profesor.
Esta situación ocurrió en el patio del módulo 3B del recinto penitenciario.
El chico bueno sacó sus mejores pasos prohibidos, pero a muchos llamó la atención la actitud de los transeúntes.
La mercancía estaba oculta en un camión de Soya proveniente de Bolivia.
La mercancía estaba debajo de una manta en la playa Las Machas.
La región del norte tendrá un innovador show por el bienestar de personas TEA, y de todos los animales que sufren con la pirotecnia.
“La mató a golpes y eso nadie lo merece”.
Debido a que Ricardo Yévenes trabajaba en el SML de Arica, las autoridades solicitaron que las pericias se realicen en Iquique.
Ricardo Yévenes, quien se desempeñaba en el SML, se habría contactado con el hospital mientras Fabiola Vargas era trasladada a Urgencias.
Ricardo Yévenes, psiquiatra del SML que ya fue suspendido de sus funciones, enfrentará a la justicia por el delito de femicidio.
“Estamos todas muy tristes, ella está en estado crítico”, aseguraron las colegas de la víctima, quien se desempeña como matrona.
El sujeto de 31 años está siendo investigado por la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales de la PDI, tras ser detenido por personal de la Armada este domingo.
“¡Qué se creen estos chuchesu...”. El video fue viralizado en redes sociales.
“Hubo aproximadamente entre 80 y 100 personas”, confirmó la autoridad gubernamental.
“Me da mucha vergüenza”, escribió el hombre y ofreció disculpas al borde del llanto.
Acusan a la empresa de no querer sacar la máquina y reparar. “Ya no quiero vivir con esto”, dijo la dueña de casa.