Fue una laica consagrada quien dejó la maleta con el cuerpo de una mujer en una concurrida calle de Ñuñoa. Así fue cómo los detectives la descubrieron.
El cuerpo de una mujer fue hallado en una maleta que yacía en plena vía pública en Ñuñoa. Las teorías apuntaban a un crimen organizado, hasta que dos monjas decidieron confesar.
Registro permitió descartar la participación de un recolector que fue grabado por otra cámara.
“En caso de fallecimiento de una de las dos, no darían cuenta a la autoridad”, confirmó el fiscal sobre el compromiso. Tras hallazgo del cuerpo en la vía pública, todo quedó al descubierto.
