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Francisco Espíldora inició una gran travesía en febrero del 2022: se mandó a cambiar de Santiago hasta una cabaña en las afueras de Cerro Castillo, Aysén. En este parque nacional, partió con las fotos de un libro que se volvió un ambicioso sueño. El frío inclemente, las nevazones y la picadura de una araña han sido duros escollos: “En situaciones límites la naturaleza te pone en tu lugar”, declara el conservacionista a La Cuarta. Sin embargo, todo ha valido la pena: “Después de observar tanto a esta especie, yo también quiero ir así por la vida”.