Se me parte el corazón en múltiples pedacitos, porque después de diez años de una tórrida relación, con todo, con amor a raudales, celos, peleas, reconciliaciones, infidelidades y promesas de pasión eterna, mi amante me dejó por otra.
Mi amiga se acostó con mi pololo y los pillé. Llegaron los dos pidiéndome perdón. El me ruega de rodillas día a día en toda esta semana que pasó y ella me dice que se quiere suicidar por el error que cometió.
A mis 40 estoy obeso, no me pescan las mujeres y hace 10 años que no tengo una relación sexual. Peso 110 kilos y mido 1,65 metros y eso me ha impedido lograr contactarme con una fémina que me tome en cuenta.
Ahora que ya se fue el 2018 me atrevo a contarle mi infierno. Para el típico juego del amigo secreto tuvimos un carrete de fin de año en la oficina y a mí me regalaron una caja de condones.
Me puse a pololear hace un mes con un compañero de universidad. Salimos hartas veces, conoció a mi familia y todo perfecto, hasta que el sábado pasado nos fuimos en más allá de los besos y tuvimos por primera vez nuestra entrada a un motel.
Siempre fui celosa y desconfiada. Por eso, no voy a decir que soy una santa. Tengo mi carácter y mi genio, me gustan las cosas claritas y derechas.
Le cuento que esta Nochebuena me fue como nunca en mis dotes amatorias. Era como tener 17 otra vez y dejar a todos los machotes locos con mi personalidad.
Quisiera contarle que a mis 25 años nunca he tenido algo con alguna mujer. Y no me refiero a la "maldad", sino que al hecho de que nunca he tocado siquiera un pétalo. Ni relación duradera ni pololeo ni besitos... ¡Nada!
Me duele mucho el corazón, lo he dado todo por un tipo que no vale nada: egoísta, traidor, bolsero, lacho como perro y puedo enumerar muchas cosas peores, pero me tiene atrapada.
Ando a un mes de los 61 años, he estado en muchos países, he conocido costumbres extrañas para nosotros los chilenos y he estado en numerosas luchas épicas en diversos catres del mundo.
"No quiero molestarlo en estos días de tanta compra de regalos, aglomeraciones, gastos extras, etc. Pero lo voy a hacer, nomás"
Me junté con un amigo que no veía hace 20 años. Llegó de Argentina y me ubicó por Facebook. Cuántas historias vivimos: sacábamos a bailar en las discos y hacíamos una dupla maravillosa. Arrasábamos.
Me metí a un tratamiento para bajar de peso, además del gym, comida sana y me alejé del alcohol. Sin embargo, cuando estoy en mi mejor momento me he dado cuenta que mi polola no me pesca.
Ahora que viene el amigo secreto en mi trabajo me di cuenta que es el momento de declararle mi amor a mi compañero. Me gusta, sé que le gusto, pero es casado.
He pololeado muchas veces y ahora estoy con dos mujeres a la vez. Sexualmente, el tema no me da, porque ambas me exigen como un león.
Mi papá no me deja pololear, mi mamá tampoco. El problema es que me enamoré a mis 18 años del mejor amigo de mi viejo. Él me quiere, me protege, pero tiene 42 años.
No me puede dejar mal parado, doctor. Me puse a pololear y no funciono a la hora del amor. Me pongo nervioso en la cama, comienzo a sudar y no me resulta nada de nada.
Di la PSU, pero tengo toda la tincá que quedaré debiendo puntos, soy alérgico a los cuadernos. Y aunque mi papá sueña con que me alcance para estudiar mecánica de autos, porque él trabaja en eso, mis ilusiones van por otro lado.
No sé en qué momento me metí en este rollo. Mi problema es que hoy soy la amante de mi propio ex esposo. Él es el hombre de mi vida. Nos enamoramos en el colegio, me quedé embarazada muy chica y como éramos pendejos acabamos separándonos.
Desde que tengo uso de razón que voy a la misma feria y también que me gusta el mismo hombre. Cuando chiquitita llegábamos al puesto de la fruta y a mí me daban cosquillas en la guata cuando el hijo del casero me regalaba una manzana.
