En el último día de su tarea, un tipo que vive en Estados Unidos llegó a convocar a cerca de 500 personas que lo vieron zamparse el ave rostizada.
Alexander Tominsky es un tipo de 31 años que vive en la ciudad de Filadelfia y que a partir de fines de septiembre pasado comenzó una llamativa misión: convertirse en un consumidor de pollos asados por más de un mes.
“Me gustaría invitarlos a todos a un viaje en el que estoy. Estoy comiendo un pollo asado todos los días durante 30 días. Hoy es el día 11. Los mantendré informados a medida que me acerque a mi objetivo. Gracias”, escribió en su cuenta de Twitter el pasado 8 de octubre.
A partir de ahí, Tominsky inició la misión diaria de comerse por completo un pollo asado, subiendo día a día la fotografía que daba cuenta del avance de su insólita misión.
Sucedió en el día 15.
También en el 20.
Y en la jornada número 30, el joven llegó a celebrar su meta como si el pollo fuese una torta. Con todo y velas.
Para el día 40, Tominsky realizó una convocatoria abierta para que lo viesen comer el pollo en público y alrededor de 500 personas respondieron al llamado realizado el pasado 6 de noviembre.