Nadya Tolokonnikova se presentó recientemente en Nueva York y llamó a actuar en contra de Rusia, pero no sus ciudadanos. “Las sanciones definitivamente deberían apuntar al Kremlin”, dijo.
Nadya Tolokonnikova, una de las integrantes del colectivo feminista ruso de punk-rock conocido como Pussy Riot, criticó fuertemente a la invasión de Ucrania impulsada por su país y su líder, Vladimir Putin.
“Odio la guerra, amo la paz. Apoyo a Ucrania. A la mierda Putin. Espero que muera pronto”, dijo Tolokonnikova tras presentarse en un recital en la ciudad de Nueva York durante el fin de semana según consta en Rolling Stone. Además reconoció que varios de amigos y conocidos están presos por protestar contra la invasión en las calles de Moscú.
Adicionalmente, destacó que sus acciones de ayuda se han centrado en UkraineDAO, una iniciativa de ayuda que recauda fondos vendiendo NFTs con la bandera ucraniana. Según explicó, logró recaudar casi $3 millones de dólares en las primeras 24 horas, generando recursos que se envían directamente a ciudadanos ucranianos a través de una organización benéfica llamada Come Back Alive.
“En el último año, he estado trabajando mucho en criptografía y NFT y hemos estado organizando a algo llamado Pussyverse. Es una organización y un movimiento de personas que intentan traer más igualdad al espacio del arte digital. Estamos recaudando una gran cantidad de dinero y planeamos usarlo para comprar arte de mujeres y artistas LGBTQ+ en el espacio digital y realmente aumentar el [valor] de sus obras de arte. Entonces, cuando recibimos esta noticia devastadora de que Putin comenzó la guerra en Ucrania, mi primera reacción fue tratar de ayudar con lo que sé hacer, y decidí hacer un DAO con varios amigos”, planteó a Rolling Stone.
La artista también convocó a actuar en contra de su país, pero no los ciudadanos. “Es hora de hacer algo. Diría que las sanciones definitivamente deberían apuntar al Kremlin y no a los ciudadanos rusos comunes porque ya están luchando. Pero es una gran sorpresa para mí que muchos países occidentales, creo que el mundo en general, todavía tenga negocios con empresas afiliadas a Putin y al Kremlin. Representa a los oligarcas. Supongo que es buen dinero, pero tenemos que pensar en la ética en algún momento”, finalizó.