“Acá es comida verdaderamente coreana”: Bom, la colorida cafetería que sorprende en Santiago

El exterior de la cafetería Bom en Las Condes. Foto: Cedida
El exterior de la cafetería Bom en Las Condes. Foto: Cedida

En Las Condes, a solo pasos del metro El Golf, se encuentra ubicado este local que llama la atención por su alegre propuesta. Los jóvenes que bailan k-pop en el Centro Cultural de la comuna suelen repletar sus tres pisos e incluso celebran los cumpleaños de sus ídolos ahí. Sus dueños, Karla Muñoz y Daehyoung Kim, reconocen que todo se les ha dado de manera orgánica.

Las tendencias se toman la gastronomía. En su momento fue el auge de la comida japonesa, pero hace un tiempo, son los sabores coreanos los que marcan la pauta en Santiago. Cada vez es más común encontrar locales de comida de ese país. Este es el caso de Bom, una cafetería ubicada a solo pasos del metro El Golf, en San Crescente 6, frente al Centro Cultural de Las Condes. En ese lugar, donde jóvenes suelen llegar a practicar sus coreografías de K-pop, la apuesta de Karla Muñoz (28) y Daehyoung Kim (32), tiene buena recepción.

Hoy son socios, antes fueron pareja, aunque dejan en claro que esto no es un impedimento para trabajar. “Fue todo muy orgánico la verdad. Nosotros teníamos otro emprendimiento de kimchi, un alimento fermentado que es como chucrut, pero de Corea. Con eso fuimos a varios eventos y ferias. Ahí tuvimos la oportunidad de conocer a las antiguas personas que estaban en este local. Ahí generamos la conexión con ellos y cuando dejaron el espacio nos dijeron ‘¿por qué no entran ustedes acá, con algo nuevo?’. Para nosotros fue ‘démosle, hagámoslo, sí'”, cuenta Muñoz.

Según relatan, son los jóvenes los que más se atreven a experimentar con los sabores, pero la gente mayor también, poco a poco, va aceptando la propuesta. “Hay días y días. Acá viene más gente de jueves a sábado, con el público más joven. Pero de a poco los oficinistas del sector se han ido como abriendo más, probando los sándwiches. No es tanta la gente que se atreve a probar, pero cuando se lanzan una vez, siempre vuelven”, señalan.

Cafetería Bom
Vista de la cafetería Bom. Foto: Cedida

Pese a que ambos reconocen que no están muy inmiscuidos en el mundo del pop coreano, sí son receptivos a las propuestas. La alta fanaticada que el género ha ido construyendo en el país los lleva a tenerlo como algo incorporado dentro de la iniciativa.Los chicos que bailan k-pop acá al frente nos compran harto, sobre todo los días sábados. A veces acá hacemos eventos k-pop, celebrando cumpleaños de algunos personajes coreanos. La gente viene, se pone la música de ese grupo“, relata Muñoz, aunque deja en claro que el rango etario de los clientes es diverso: “Más gente de lo que uno piensa conoce la cultura coreana. Sobre todo las señoras. Ellas nos dicen que vieron alguna serie. De a poco la cultura coreana se ha vuelto masiva. Antes que te gustara lo coreano era sujeto a burlas. Ahora está de moda. Los coreanos que están en Chile han aprovechado eso igual para abrir sus tiendas en este momento“.

Dedicados a esto

Daehyoung Kim llegó a Chile en 2018. Pese a que no siguen juntos, no tiene problemas en reconocer que se quedó en el país por su relación con Muñoz, lo que los llevó a emprender. “Yo no sabía nada de Latinoamérica, pensaba que en Chile comían tacos. Me encontré con un buen país, que aún estoy conociendo. Muchas cosas son diferentes. Me gusta más acá que en Corea. Vine acá porque estaba recorriendo el mundo y me quedé”, dice.

Ella, por su parte, estudió Cine, pero no alcanzó a trabajar en eso de lleno cuando su emprendimiento agarró vuelo y tuvieron que dedicarse a tiempo completo: “De profesión soy cineasta. Tuve como mis trabajos sueltos. Pero nosotros empezamos con el tema del kimchi en pandemia. Yo estaba terminando la U y no alcancé como a trabajar de manera formal en mi carrera, siempre fue como en los emprendimientos“.

El boom del K-pop, y la cultura coreana en general, tuvo un alza entre 2017 y 2018 en Chile. Muchos pensaron que sería algo pasajero, pero Muñoz cree que llegó para quedarse. “Lo que me imagino es que va a ser como pasó con la cultura japonesa. Recuerdo que en mi infancia hubo como un auge súper grande y a pesar de que quizás ya no es tendencia, sigue vigente. A muchos nos marcó el animé e imagino que pasará algo similar“, dice.

En tanto, Daehyoung cuenta cómo su país ha trabajado para exportar sus tradiciones. “No es acá tan solo, es algo mundial. Todo lo que está vendiendo actualmente Corea como cultura está muy trabajado para poder exportarlo. Más que como pega en Chile hay que preguntarse cómo Corea está gestionando su cultura para poder venderlo hacia el occidente“, asegura.

Cafetería Bom
Uno de los productos que ofrece la cafetería Bom. Foto: Cedida

En esa línea, Muñoz explica sus primeros acercamientos con la cultura coreana: “Yo empecé a conocer la cultura coreana a través de los k-dramas. Una de mis mejores amigas es fanática de todo lo asiático y yo no entendía nada. Un día le dije a ella así como, ‘¿qué tengo que ver para entender de qué estás hablando?’ Ahí empecé a ver la serie y como que empecé a enganchar“.

Luego, después de conocer a Daehyoung pudo viajar al país. Por eso es clara en que la propuesta de Bom es comida coreana de verdad. “Según mi experiencia, que igual he estado en Corea, lo que se vende en Chile, no solamente nosotros, es coreano. Hay cierta variación con ingredientes que no se pueden encontrar acá, que hacen como que cambie un poquito el sabor, pero es muy similar. No es como la comida china. Acá la comida coreana es comida coreana“, redondea.

“Pasa que hay clientes que al encontrarse con este tipo de productos, por ejemplo, los sándwiches, los vieron en alguna serie y ven que son tal cual y quieren probarlo. Quieren vivir la experiencia de verdad“, agrega.

Los contrastes culturales

En Bom todo es colorido. Se nota al entrar y recorrer los tres pisos con que cuenta la cafetería. Algo que, a todas luces, fue pensado de esta forma. “El diseño es original. Yo hice el boceto del lugar, el tema de tener color. Daehyoung hizo las cosas más matemáticas, por así decirlo, como de medidas. El concepto es Bom (봄), que en coreano es primavera. Por eso es todo rosado y hay flores. Mi estación favorita es la primavera. Quería algo con flores, cálido, hogareño. Buscábamos nombres con flores en coreano y ahí se nos ocurrió. Es fácil de pronunciar. Hay restaurantes coreanos que tienen nombres muy complicados y Bom se puede pronunciar en español, es una sílaba, pega más. Se puede recordar“, cuenta Muñoz.

Junto a ellos trabaja una persona más. Siempre son tres, pero el tercero ha rotado. Aunque tienen ciertos requisitos a la hora de elegir al empleado. “Nosotros estamos todo el día, uno de los dos y otra persona. Hemos ido rotando a los trabajadores. Han habido cuatro personas. Igual nosotros como que intentamos funcionar casi como familia. Casi toda la gente que ha pasado por aquí han sido conocidos. Necesitamos que sepan algo básico de la cultura de Corea, que pueda responder ciertas preguntas y estén actualizados de qué es lo que se escucha más. Eso nos ayuda. Nosotros no cachamos tanto de k-pop“, reconoce.

De hecho, Daehyoung Kim cuenta que en Corea el k-pop goza de una popularidad menor en comparación con otras latitudes. “Allá es un género más, que lo escuchan los niños. Los jóvenes escuchan más hip-hop o rock. El k-pop es más de niños o de tíos que quieren apoyar a los niños. En Corea lo usan para venderse al mundo. Empezó con Japón, China, Estados Unidos y ahora, con el internet, pega en todo el mundo“, dice.

Café Bom
Parte de la propuesta culinaria de Bom. Foto: Cedida

Una vez que se empapó de la cultura coreana, Muñoz da cuenta de las diferencias entre la cultura coreana y la chilena. “Son súper occidentalizados. Demasiado. Yo estuve en Japón y, en la comparación, los coreanos son mucho más abiertos. También son como más directos. No tienen problema en hablar en la calle. Nada de eso. Hay cosas que me atraen mucho como turista, pero no podría vivir allá. Ellos se fijan mucho en la apariencia. No tienen pelos en la lengua para decir las cosas. Son más directos. Demasiado directos. Todas las culturas tienen sus pros y sus contras“, señala.

Mientras que Daehyoung enfoca su comparación en el mundo culinario de ambos países. “Me gusta la comida chilena, pero no la gastronomía de acá. Es muy pequeña, hay muy pocas opciones. Todas las semanas es lo mismo. En Corea hay mil opciones de comida. Igual hay comida coreana que no me gusta, que no quiero probar, ni quiero volver a comer”, dice.

Muñoz complementa el punto. “En Corea hay mucha comida y es muy diversa. Por ejemplo, acá en Chile la base de todo es la papa, el zapallo, el choclo y la proteína que puede ser carne o pollo. Pero allá hay mucha comida y más fuerte, acá es más neutra, por así decirlo, más suave. Allá le ponen mucho al picante, lo fermentado y lo horneado. Cuando estuve allá me pasaba que quería una hallulla con mantequilla. Su mamá (de Daehyoung) en el desayuno tenía carne al jugo con arroz y yo no podía desayunar eso“, apunta.

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