Los miembros de la iglesia probablemente se hubieran quedado harto rato más, de no ser porque llegó el dueño de la casa y les explicó la situación...
“¡Ahí voy, ahí voy!”.
Eso era lo que escuchaban del otro lado un par de testigos de Jehová que visitaron una casa en México. Cada vez que golpeaban el portón, recibían la misma respuesta, por lo que se mantenían expectantes. Y aparentemente, con una paciencia a toda prueba, esperaron durante varios minutos…, hasta que pasó lo inesperado.
De golpe, llegó el dueño del inmueble y se encontró con ellos afuera, claro, esperando. Primero se sorprendió, pero al cabo de unos segundos entendió lo que realmente estaba pasando:
“Voy llegando a la casa y veo que hay unas personas afuera. Eran unos Testigos de Jehová”, relató el hombre en un breve video que subió a su cuenta de TikTok, @jhosuargz.
Tras consultarles qué hacían allí, los testigos de Jehová le contestaron: “Estamos esperando que nos abran, porque hay una persona que le tocamos y nos dice ‘¡Ahí voy, ahí voy!’”.
Entonces, tuvo que revelarles la verdad: el hombre estaba solo, no había nadie en casa y quien les estaba contestando cada vez que golpeaban a la puerta… ¡era nada menos que su loro!
“Pues este loco ahí tiene 30 minutos a los Testigos de Jehová esperándolo, porque es el que les está diciendo ‘¡Ahí voy, ahí voy!’”, culminó entre risas el relato de la anécdota el hombre.
@jhosuargz documentó todo en el video, que se hizo viral y ya alcanzó más de once millones de reproducciones.