Karen, una francesa de 50 años comparte junto a otras personas que actúan como equinos, pero ella quiere ir un paso más allá e incluso someterse a un implante de pezuñas.
Ayer sorprendió la noticia de Toko-san, un japonés que invirtió más de $12 millones en un traje de perro collie hiperrealista para poder vivir como el animal, lo que catalogó como su sueño de toda la vida. En esta misma línea no dejan de sorprender las personas que tienen el anhelo de abandonar su vida como humanos y vivir siendo animales, como el caso de Karen, una mujer trans de 50 años, originaria de Francia y cuyo sueño es ser un caballo.
La historia de Karen se hizo conocida en 2015, tras el estreno del documental Horse Being, y volvió a viralizarse gracias a TikTok. Ahí la mujer contaba parte de su vida, como que estuvo casada durante 20 años con una mujer con quien tuvieron una hija, pero se separaron cuando Karen comenzó su transición a ser mujer, informa el medio argentino TN.
Pero a pesar de todos los cambios físicos que la llevaron a transformarse en mujer, la verdad es que Karen siempre se sintió como un caballo y quiere vivir su vida de esa forma. “Tengo un caballo dentro de mí”, comentó en el documental, retratando su obsesión con este animal y su deseo de querer vivir como ellos.
Para cumplir con este profundo deseo Karen ha cambiado diversos aspectos de su apariencia física, por ejemplo el usar una larga cola de caballo que emerge desde su cintura, además de ponerse una montura. Además está dispuesta a dar un paso más allá y someterse a un implante de pezuñas, “un chico me preguntó si estaría interesada en hacerme la cirugía para implantarme pezuñas en los pies, directamente en los huesos” declaró.
Karen no es la única que vive sus días pretendiendo ser un caballo, ya que comparte junto a otros que también se sienten identificados con animal en algo que llama “pony-play”, donde usan monturas y arneses equinos. De hecho el objetivo de este documental era presionar al gobierno francés a financiar operaciones que les permitan parecerse a un caballo.