Las autoridades de Múnich querían presentar una acción en rechazo a una reciente legislación húngara. Pero el organismo deportivo decidió no aprobarla.
Este miércoles está contemplado el partido entre Alemania y Hungría. Será el último encuentro de ambas selecciones en el grupo F de la Eurocopa. Pero antes de su realización hay una polémica. Una que mezcla al rol del deporte, la diversidad sexual y la política de uno de los países europeos.
A grandes rasgos, la UEFA decidió no aprobar la iluminación solicitada por el ayuntamiento de Múnich para el Allianz Arena. Se trata de una acción que pretendía apoyar a las comunidades LGBT+.
Como parte del mes del orgullo LGBT+, las autoridades de la ciudad alemana querían decorar al estadio con los colores de esa bandera. También existía un extra no menor que impulsaba a la acción: una reciente ley anti-LGBT aprobada en Hungría que restringe a la identidad de género en la educación.
La UEFA, sin embargo, prefirió no dar luz verde a esa medida.
Desde el organismo aseguraron que impulsan las campañas para apoyar a la diversidad e ir en contra de la discriminación. Pero también pusieron sobre el tapete que que en sus estatutos son una organización política y religiosamente neutral.
"Dado el contexto político de esta solicitud específica, un mensaje que apunta a una decisión tomada por el parlamento nacional húngaro, la UEFA debe rechazar esta solicitud", explicó la organización.
Aún así, el estadio será iluminado el próximo 28 de junio. Ese día se conmemora el Día Internacional del Orgullo LGBT+.