Experimentar un evento traumático o tener otro trastorno de ansiedad son los factores que pueden detonar esta fobia.
Manejar un vehículo es una tarea a la que muchas personas deben enfrentarse a diario, ya sea para trasladarse a su trabajo, llevar a alguien que lo necesita o derechamente porque su labor es conducir algún tipo de transporte público o privado.
Por lo anterior, algunos podrían considerarla una actividad común o fácil de hacer. Sin embargo, para otros solo el hecho de pensar en ella es un martirio: podría tratarse de amaxofobia.
De qué se trata la amaxofobia
La amaxofobia se define como un miedo irracional a conducir o subirse a un vehículo. Se trata de un tipo de trastorno de ansiedad, clasificado por el Manual de Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-5).
No es una fobia tan aislada en la actualidad. Según un estudio de la Fundación CEA (Club Europeo de Automovilistas), afecta a más del 28% de los conductores.
Este problema desata graves problemas en la vida cotidiana de quienes lo sufren. Solo el hecho de subirse a un vehículo o desplazarse en él podría provocar que las personas que padecen esta fobia se imaginen varios escenarios catastróficos, que quizás nunca van a ocurrir, hasta el punto de interferir en lo que deben hacer durante el día.
Que causa la amaxofobia
Son varias las causas que podrían detonar el terror a estar ante el volante. Según describe el sitio CinfaSalud, algunas de ellas son:
- Haber sufrido un evento traumático vinculado al hecho de conducir, como un accidente de tránsito.
- Falta de experiencia o preparación en la conducción.
- Tener otros trastornos de ansiedad, como claustrofobia y agorafobia.
Elsa Costanzo, médica psiquiatra, dijo al sitio Infobae que quienes presentan más esta fobia son las mujeres, dado que los hombres no acuden a consulta por vergüenza.
“Ellas consultan con más frecuencia a los servicios de salud mental que los hombres, es por eso que las estadísticas también denotan esta diferencia”, afirmó la especialista.
Entre los síntomas físicos y psicológicos que suelen aparecer durante este problema está el dolor de estómago, sudoración, temblores, mareos, tensión muscular, insomnio, falta de apetito e incluso disminución en la autoestima.
Cómo se supera
Tal como otras fobias, el terror a conducir un vehículo se puede tratar con la ayuda de un profesional de la salud mental.
Al asistir a terapia psicológica el paciente con amaxofobia tendrá las herramientas necesarias para comprender a fondo el origen de su miedo, identificar qué podría aumentar los síntomas y aprender a controlar sus emociones.
“Hay que hacer técnicas de afrontamiento, terapia cognitivo-conductual y terapia de exposición. Muchas veces los psicólogos hacen pruebas de ir con el paciente hasta el auto, dentro del auto, tomar el volante, salir a dar una vuelta, hasta que vayan manejando desde el afrontamiento”, plantea la doctora Constanzo.
Otra estrategia que puede ser de utilidad es tomar cursos de conducción destinados específicamente a personas que tengan amaxofobia. De esa manera, el paciente ganará paulatinamente la confianza para manejar de forma segura.