La actriz, conocida a partir de su trabajo en series de Nickelodeon, pondrá fin al proceso de conservaduría manejado por sus padres tras sus problemas legales, psicológicos y de abuso de drogas.
A comienzos de siglo, el nombre de Amanda Bynes era muy reconocido en el terreno de las películas familiares.
Tras su experiencia en series de Nickelodeon a fines de los noventas, lo que incluyó una serie que llevaba su nombre, a comienzos de siglo comenzó a expandirse al cine a través de películas como “Gordo Mentiroso”, “Lo que una chica Quiere” o “Una chica en apuros”.
Sin embargo, su carrera se estancó a raíz de sus problemas legales derivados de su consumo de drogas. Más aún, tras anunciar su retiro después de participar en la comedia “Easy A”, protagonizada por Emma Stone, Amanda Bynes se vio involucrada en una serie de polémicas que colmaron los titulares.
Primero, fue detenida tras iniciar un incendio, siendo luego retenida en un hospital para ser examinada psiquiátricamente. Todo terminó con un proceso legal iniciado a mediados de 2013 en el que sus padres iniciaron un proceso de conservaduría, tal como el que se impuso sobre Britney Spears.
En el camino de la situación que enfrentaba, que le quitó control de sus finanzas, Bynes utilizó su cuenta de Twitter para realizar acusaciones de abuso contra su padre.
Una vez que su familia negó las acusaciones, la polémica se coronó con una extraña declaración de la actriz, ya que aseguró tener un “microchip en el cerebro” que la obligaba a decir algunas cosas.
Con el correr del tiempo, y tras asegurar que ya llevaba varios años de sobriedad, Bynes valoró la ayuda prestada por sus padres, entregando sus disculpas por las acusaciones infundadas que realizó mientras abusaba del alcohol y drogas como la cocaína, éxtasis y el fármaco legal Adderall.
“Estoy realmente avergonzada con las cosas que dije. No puedo volver el tiempo atrás, pero si pudiera, lo haría. Y lo siento mucho por quien lastimé y sobre quien mentí porque realmente me carcome”, declaró en una entrevista en 2018.
Con todo lo anterior en cuenta, y tras nueve años del proceso de conservaduría, el juez Roger L. Lund determinó este lunes que el proceso legal de supervisión ya no es requerido y que la situación que provocó su instauración ha sido superada. Los padres de Bynes han apoyado el cierre del proceso tras los avances mostrados por su hija en los últimos años.
El abogado de la actriz, David A. Esquibias, planteó que ella está entusiasmada con la resolución. “Estamos todos entusiasmados y todos estamos ansiosos de ver que Amanda viva una vida privada como un ciudadano normal”, expresó a Variety.
Una nueva audiencia fijada para este martes cerrará todo el proceso, dejando en libertad de acción a la actriz, que actualmente está comprometida y en el pasado ha mostrado interés en volver a trabajar en la pantalla chica. aunque actualmente evalúa algunas opciones comerciales para trabajar en el área de los perfumes y el vestuario.