Ante las bajas temperaturas que se presentan actualmente en esta temporada de otoño- invierno, te entregamos unos consejos sobre cómo cuidar correctamente tu piel del frío.
Producto a las bajas temperaturas, muchas cosas en el ecosistema experimentan cambios tanto para bien como para mal.
Y entre los cambios que podemos percibir en este tiempo de bajas temperaturas es el incremento de virus respiratorios que afectan nuestro estado de salud por cortos periodos de tiempo.
Además, uno de los cambios que experimentamos todos como humanos, es la reacción de nuestra piel ante las bajas temperaturas, ya que en comparación a la temporada de verano, esta tiende a resecarse en exceso.
Es por esto, que a continuación te entregaremos una serie de consejos sobre cómo cuidar correctamente tu piel durante este periodo de bajas temperaturas.
Es más, el cuidado de la piel en invierno es de suma importancia ya que podríamos evitar afecciones cutáneas como la dermatitis, por lo que una adecuada hidratación y protección contra la radiación ultravioleta podrían salvarnos de futuras enfermedades a la piel.
La importancia del cuidado de la piel
Fernando Valenzuela, dermatólogo de la Clínica Universidad de los Andes; explica que el frío hace que el flujo sanguíneo a la piel disminuya, ya que el cuerpo redistribuye la sangre a los órganos vitales para mantener el calor, ocasionando que la piel reciba menos oxígeno y nutrientes, haciéndose más susceptible a la resequedad e irritación.
“Hay hartas patologías de la piel o condiciones de la piel que pueden empeorar con el frío como por ejemplo la resequedad de la piel o xerosis, enfermedades clásicas que están alteradas por los cambios de temperatura como por ejemplo la rosácea, pero también otras enfermedades donde la circulación de la piel es deficiente. como por ejemplo, la dermatomiositis o la esclerodermia”.
Medidas de cuidado
- Evitar el uso de agua muy caliente
“Hay cosas que nosotros pensamos que hacen súper bien y en verdad no hacen bien. Como por ejemplo el agua, pero sobretodo el agua caliente”.
El agua caliente tiende a eliminar la capa superficial de grasa que protege la piel, al igual que el jabón. Es por esto que se recomienda evitar los baños con excesiva agua caliente y usar jabones suaves.
- Evitar la exposición al calor
“Acercarse demasiado a fuentes de calor como estufas o chimeneas hace que ocurra una dilatación de los vasos sanguíneos muy abrupta que puede causar justamente problemas con estos flujos de sangre intermitentes”.
La exposición al calor debe ser de manera gradual, especialmente cuando nos acercamos al fuego o la estufa para calentar nuestras manos.
- Hidratación cutánea
Mantener nuestra piel hidratada con productos adecuados es de suma importancia para evitar la resequedad excesiva, especialmente de nuestros pies, manos, labios y rostro.
Especialmente si en estas vacaciones de invierno te expones a la nieve. Se recomienda usar y reaplicar el protector solar cada dos horas para evitar quemaduras tanto de la radiación ultravioleta, como de los efectos de la nieve.
“Lo más importante para la protección de los labios es justamente usar un protector labial. Estos protectores labiales, por supuesto hidratan los labios, pero también ayudan a evitar la radiación ultravioleta en esta zona que recibe un montón, sobre todo el labio inferior. Por eso hay muchos tumores de piel que ocurren cerca de los labios, por esa radiación excesiva”.
- Reacciones a la piel
“El frío causa vasoconstricción, o sea que llega muy poca sangre a la cara y por lo tanto la cara empieza a sufrir esta piel con menos nutrientes. Si pasamos a una área con calor, por ejemplo la casa o el trabajo, tenemos una vasodilatación, o sea, se abren los vasos sanguíneos y llega este flujo intermitente de sangre. Lo que va a ocasionar este flujo primero insuficiente y después exagerado es básicamente la formación de irritación”.
La rosácea es otra patología que cada vez es más común, la cual tiende a empeorar durante el invierno.
Para manejar esta condición, es importante evitar cambios bruscos de temperatura y mantener la piel bien hidratada con los productos adecuados para cada tipo y condición de piel.
- Cuidar extremidades
Nuestras manos y pies están expuestas constantemente al frío, lo que puede causar grietas dolorosas a aquellas personas que tienen tendencia a la piel seca, por lo que se recomienda usar agua tibia para lavarse y mantener una buena hidratación de manera frecuente para proteger la piel y evitar las llagas.