La revista Forbes destacó a la galardonada chef nacional como una de las 30 mujeres más poderosas de Chile, quien por estos días está en Brasil donde recibió el premio The World’s 50 Best Restaurants, por Ambrosía, su reconocido restaurante. Heredó la pasión por la cocina de su madre banquetera y sabe equilibrar a la perfección su vida laboral y familiar. “Ser apasionada está bien, pero no se te puede pasar la vida en eso. Entiendo que los clientes me quieren ver, pero mis hijos también”, reconoció en una entrevista con El País.
En octubre pasado, la revista Forbes destacó a la galardonada chef nacional Carolina Bazán como una de las 30 mujeres más poderosas de Chile. Entre líderes de opinión, deportistas, músicas y mujeres en cargos de poder, está el nombre de la creadora de los restaurantes Ambrosía, Amborísa Bristo y la sanguchería Hops del casino Monticello.
En 2019, fue premiada como la Mejor Chef de Latinoamérica por el reconocido ranking gastronómico Latin America’s 50 Best Restaurants, y durante estos días viajó a Brasil para recibir el premio The World’s 50 Best Restaurants, por Ambrosía.
La pasión por la cocina corre por sus venas
Bazán nació en Argentina y fue una niña nómade, no estuvo más de dos años en un solo colegio. Hija de un diplomático y una banquetera, asegura que heredó la pasión por la cocina de su madre, con quien comenzó a trabajar en el Ambrosía en 2003, con solo 23 años, haciéndose cargo de su propia cocina. Pero en 2011, viajó a Francia para especializarse en Ferrandi y luego trabajó en Frenchie Restaurant, con el chef Gregory Marchand.
En 2013 volvió a Chile y reabrió Ambrosía bajo un nuevo concepto. Ese mismo año recibe el reconocimiento Chef Revelación del año por Revista Wikén, y en 2014, el restaurante fue nombrado One To Watch por Latin America’s 50 Best Restaurants, galardón que tiene como objetivo promover a las figuras femeninas que están transformando y siendo referente en la gastronomía. En 2017, Carolina abre Ambrosia Bistro, su proyecto más personal, un lugar íntimo y urbano en el corazón de Providencia.
Sin embargo, los premios que ha obtenido por su trabajo no siempre son augurio de algo bueno, según Bazán “espantan al público más que atraerlo. La gente piensa que eres cara porque tienes premios. Muchos me dicen que han tratado de reservar, pero que es imposible. Y eso es mentira, es súper posible. Al chileno común le pone un freno, pero sirve para el público extranjero, que busca dónde comer y te encuentra de inmediato. Lo pasa increíble y además lo que le sale la cuenta le sale lo que paga por un plato en Estados Unidos”, reveló en una entrevista con El País.
La China Bazán –como se le conoce– agregó que los galardones, “en el fondo es como para que te dé visibilidad, pero yo no soy la mejor chef ni nada, pero sí es verdad que mujeres chef a cargo de un restaurante no hay muchas en Chile. Llevo 20 años a cargo de la cocina y sigue siendo un tema. Y no es porque no sean buenas, yo creo que es una opción de las mujeres de tener otro estilo de vida”.
La mejor de Latinoamérica
La excoach del programa El Discípulo de Chef aseguró el año pasado al medio Siete Caníbales: “Nunca busqué ser un referente, pero el camino me ha llevado a ser una voz”, y es que no solo es una pionera en la cocina y referente culinaria para las nuevas generaciones, sino también en su vida privada al instalar en el debate público la maternidad entre parejas del mismo sexo. Cabe destacar que la chef de 43 años, está casada con la sommelier Rosario Onetto -ambas escribieron el libro “De Temporada” de Editorial Planeta en 2016- y tienen dos hijos.
“Hay decisiones que ya no voy a seguir postergando. Me perdí muchos cumpleaños, matrimonios y hasta funerales por mi trabajo. Ya lo hice, me la jugué con todo, tuvo súper buenos resultados. Ser apasionada está bien, pero no se te puede pasar la vida en eso. Entiendo que los clientes me quieren ver, pero mis hijos también”, reconoció.
Y sí, todos la queríamos ver en acción. De hecho, fue parte del capítulo dedicado a Chile de la sexta temporada de la serie Somebody Feed Phil de Netflix, donde en su recorrido por el país, el escritor y productor de televisión estadounidense Philip Rosenthal degustó las delicias del mar y se llevó una tremenda y desagradable sorpresa con el piure.
“Soy estúpido, lo que no entendí es que los chefs usan un pequeño trozo. No sabía si acostarme o vomitar”, señaló al probarlo por primera vez. Sin embargo, en Ambrosía Bistró, se atrevió a degustar una preparación especial de Carolina Bazán. Ella le hizo un mix de piure con otros mariscos, platillo con el cual logró convencerlo, y eso demuestra la calidez y el talento de una chef que sabe perfectamente cómo agasajar a sus comensales, y por eso la mejor de la región.
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