Cientos de personas se reunieron en la Gran Manzana para ver como un tipo enmascarado se comía un tarro de golosinas de queso. El hecho generó revuelo en redes sociales y ya se espera una segunda edición para el próximo año.
La semana pasada, las calles de Nueva York se vieron empapeladas de un misterioso mensaje pegado en los postes de la gran Manzana. “Mírame comer esta jarra entera de suflés” rezaba el panfleto que además contaba con la fotografía de un hombre enmascarado abrazando un gran frasco del clásico de los cumpleaños.
La cita era el 27 de abril a las 3pm en el parque de Union Square y por supuesto que el día del evento, la plaza se llenó. Pero ¿por qué?
Todo comenzó en el mes de marzo, cuando tanto en TikTok como en Instagram aparecieron las cuentas del Cheesballman, como es conocido en Estados Unidos. Como es el caso de muchas cuentas de este servicio, se hizo viral por hacer contenido de escasa relevancia en donde se veía comiendo estos suflés de queso, muchas veces con una narración encima.
Rápidamente comenzó a ganar adeptos y a fines de marzo se hizo aun más popular cuando anunció este evento en vivo en donde se comería una jarra gigante de estas delicias naranjas, un estimado de 2 mil calorías con sabor a queso y colorantes muy artificiales.
La expectativa era alta: estaban por un lado los que creía que se trataba de una broma y que nadie aparecería, y quienes apostaban que ese día revelaría su identidad y las intenciones detrás de su viaje. Podía ser un actor, una campaña de marketing, o simplemente un genio loco.
Así es como el 27 de abril, en el lugar y hora señalada, miles de personas se reunieron para ver si el Hombre de los Suflés de Queso aparecía. Y lo hizo, frente a los aplausos y gritos de “cómete esas pelotas” que hacía la gente. En total, demoró cerca de 30 minutos en lograr su promesa, tras lo cual se comprometió a volver a hacerlo el año siguiente, pero con dos jarrones llenos de suflés.
La presentación, sin embargo, tuvo sus desafíos. Según una entrevista concedida a The Independent, confesó que en un momento estuvo a punto de vomitar y abandonar su promesa, debido a que sufre de intolerancia al gluten y los snacks que compró no eran Gluten Free. Pero con el apoyo del público que gritó durante toda la performance y además le llevó agua, pudo salir adelante.
Hasta ahora, su identidad es totalmente desconocida, solo se ha revelado mediante entrevistas para la TV que es un graduado de la Universidad de Nueva York de 22 años y que por ningún motivo se sacará la máscara, ya que no quiere que su persona sea recordada solo por esta locura viral.
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