Los estudiantes Martín Andrighetti e Ignacio Muños quedaron segundo y tercer lugar respectivamente en la competencia TCS CodeVita, realizada en India y con más de 500 mil concursantes.
Mientras la selección de fútbol sigue alejándose cada vez más del mundial, esta semana en la ciudad de Chenna, India, dos jóvenes estudiantes se lucieron en la final del TCS CodeVita, conocido como el “Mundial de la Programación” y que cada año reúne a miles de estudiantes de todo el mundo que son evaluados por su capacidad de manejar fórmulas, estructuras de datos y usar esos recursos para resolver problemas de la vida real.
Hablamos de Martín Andrighetti y de Ignacio Muñoz, ambos estudiantes de la Pontificia Universidad Católica, quienes se quedaron con el segundo y tercer lugar respectivamente en el certamen, siendo solo superados por Jeffrey Ho, de Taiwán. Cabe señalar que Martín había sido el ganador de la competencia el año pasado. Martín obtuvo un premio de 7 mil dólares, mientras que Ignacio ganó 3 mil dólares. El ganador se fue a casa con 10 mil dólares.
La 12° edición de TCS CodeVita, organizada por la compañía de servicios informáticos Tata Consultancy Services, contó con más de 537.000 inscripciones de 96 países. Y entre los 25 finalistas de la Copa, cinco fueron de Chile y dos del Perú, mientras que Brasil y Ecuador aportaron un representante cada uno, consolidando una gran presencia de la región.
El certamen permite a los concursantes elegir entre ocho lenguajes de programación, incluidos C, C++, C#, Java, Perl, PHP, Python y Ruby, brindándoles la flexibilidad de codificar en su lenguaje preferido.
Para llegar a la final, los participantes demostraron no sólo su conocimiento en programación, sino también su rapidez, pensamiento analítico, creatividad y capacidad de innovación. Todas estas competencias les servirán para destacar, en un futuro cercano, en el mundo de la computación.
Los jóvenes chilenos han tenido muy buenos resultados en las últimas ediciones de TCS CodeVita. En la edición 10, Mauricio Cari Leal terminó en el segundo lugar, mientras que el mismo Andrighetti se coronó como el mejor programador del mundo el año pasado.