En la investigación descubrieron cuáles son los alimentos que podrían desacelerar el deterioro cognitivo.
Un estudio realizado por el Centro de Gerociencia, Salud y Metabolismo (GERO) de Chile podría haber encontrado una dieta que retrasaría el envejecimiento del cerebro, relacionado con el deterioro cognitivo y la pérdida de memoria.
La investigación publicada en la revista Cell Reports Medicine, liderada por Christian González-Billault y Diego Acuña, demostró que un tratamiento a corto plazo con especial régimen de alimentos puede mejorar significativamente la memoria de trabajo y la plasticidad sináptica del cerebro.
Según los expertos las neuronas dejan de recibir glucosa con el paso de los años, la que es una de sus principales fuentes de energía. “Entonces, a medida que pasan los años, a las neuronas les cuesta más captar la fuente de energía y gestionarla dentro de las células para poder realizar sus funciones básicas”, mencionó Diego Acuña a La Tercera.
Los investigadores trabajaron con ratones envejecidos a los cuales entregaron una dieta cetogénica o Keto, alta en grasas y baja en carbohidrato y demostraron que los animales mejoraron su memoria de trabajo y la potencia a largo plazo.
¿Qué es la dieta keto?
La dieta cetogénica incluye muchas carnes, así también como huevos, salchichas, quesos, pescado, nueces, mantequilla, aceites, semillas y verduras fibrosas.
En el 2008 esta dieta se hizo popular porque al consumir una dieta alta en grasas y proteínas, y baja en carbohidratos, las crisis convulsivas en niños se redujeron en dos terceras partes. Sin embargo, poco a poco comenzó a ser vinculada con una forma eficaz de bajar de peso.
Casi todas las células usan el azúcar en la sangre, que proviene de los carbohidratos, como la principal fuente de energía del cuerpo. En ausencia de la circulación de azúcar se comienza a descomponer la grasa almacenada en moléculas llamadas cuerpos cetónicos.
Pasar de usar la glucosa a la descomposición de la grasa almacenada como fuente de energía ocurre durante dos o cuatro días de comer menos de 20 a 50 gramos de carbohidratos por día.
El problema con la dieta cetogénica aparece con la sobrecarga que sufren órganos como el hígado, lo cual aumenta el riesgo de una dislipidemia (altos niveles de lípidos en la sangre), lo cual podría ser un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares. “Por lo tanto, al día de hoy no es una estrategia que podría ser eficiente para aplicar en humanos que están envejecidos”, advierte González-Billault.
Si bien los resultados son prometedores, los investigadores señalan que los efectos observados en los ratones deben ser validados en estudios clínicos en humanos.