Cinco lenguajes del estrés: ¿Con cuál te identificas?

Estrés. Foto referencial.
Estrés. Foto referencial.

Conocer los distintos tipos de lenguaje del estrés que existen te ayudará a mejorar tu comunicación y relaciones.

Muchos hablan del lenguaje del amor, sin embargo, también existen diferentes tipos de lenguaje del estrés.

Los distintos lenguajes del estrés se consideran como las formas diferentes de reaccionar que tienen las personas, ante situaciones desafiantes.

La fisioterapeuta e investigadora del estrés, Chantal Donnelly, señaló a HuffPost que cuando las personas se encuentran estresadas “nuestra sangre va hacia nuestro cuerpo y abandona el área de nuestro lóbulo frontal. Entonces nuestro lóbulo frontal se desconecta”.

Dado que el lóbulo frontal es el encargado de funciones como el autocontrol y las emociones, su desconexión provocaría dificultades a la hora de comunicarse en situaciones de alto estrés.

“Por lo tanto, cuando estás en una discusión, en realidad no estás hablando el mismo idioma, estás teniendo problemas para comunicarte y entenderte mutuamente correctamente”, explicó.

estrés laboral

Lenguajes del estrés

Según recopiló Pictoline, los cinco lenguajes del estrés son los siguientes:

1. Implosionar

Esta manera de responder consta de un tipo de “congelamiento” a la hora de pasar por una situación estresante.

Al sentir desesperación e impotencia, la persona se “congela”.

2. Explotar

Con este tipo de lenguaje, es común que la persona que está pasando por altos niveles de estrés, pelee, reaccione de manera exagerada, sienta irritación, frustración y es común que escape de la situación.

3. Reparar

Este tipo de personas suele calmar y complacer a otros con el objetivo de estar bien y evitar peleas y conflictos.

4. Anestesiar

Las personas que se identifican con este tipo de lenguaje, “escapan” del mundo sumergiéndose en otro tipo de actividades, como exceso de trabajo, ejercicio, juegos en línea o incluso en casos más graves, droga y alcohol como un mecanismo de defensa.

5. Negar

Este tipo de lenguaje se identifica porque la persona tiene una positividad tóxica como respuesta al estrés, esto quiere decir que suele ser demasiado optimista, al punto de evadir la realidad.

Cabe señalar que siempre es recomendable asistir donde un especialista.

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