¿Comer fruta deshidratada es lo mismo que comer fruta fresca?

¿Comer fruta deshidratada es lo mismo que comer fruta fresca?

Hay quienes creen que la fruta deshidratada es más calórica y tiene más azúcar. ¿Es cierta esta creencia?

En búsqueda de mejorar la salud, las frutas siempre son bienvenidas. Su consumo es muy importante para la nutrición, ya que aportan minerales, fibra y vitaminas importantes para mantenernos sanos.

Pero al elegir frutas, muchas personas optan por hacerlo en su versión deshidratada. Es decir, frutas que se secaron —se eliminó gran cantidad del agua que la compone— y que tienen un sabor más intenso, pero también un tamaño más pequeño.

¿Es lo mismo comer fruta fresca que fruta deshidratada?

¿Comer fruta deshidratada es lo mismo que comer fruta fresca?

Fruta fresca y fruta deshidratada: ¿Qué es más sano?

La fruta deshidratada, en comparación a la fresca, puede ser más fácil de manipular, además de que puede durar mucho más tiempo sin echarse a perder. Un ejemplo de estos snacks son manzanas, plátanos, duraznos, ciruelas y uvas deshidratadas.

No obstante, hay quienes creen que las frutas deshidratadas contienen más azúcar y calorías. Pero esto no es exactamente así. Los nutrientes de ambas presentaciones de fruta suelen ser similares. Sin embargo, las frutas deshidratadas suelen tener una mayor concentración de vitaminas, fibra y minerales.

Y es en este punto donde se debe tener cuidado en su consumo, ya que las porciones pequeñas de frutas secas equivalen a grandes porciones de frutas frescas. Por ejemplo, 30 gramos de pasas —que son uvas deshidratadas— equivaldrían a cerca de 80 gramos de fruta fresca.

¿Comer fruta deshidratada es lo mismo que comer fruta fresca?

Las frutas deshidratadas pierden volumen, por lo que visualmente podríamos “engañarnos” y comer una mayor cantidad de porciones que sobrepasan los requerimientos diarios para mantener una buena salud. Esto haría que ingiramos más calorías, en comparación a la versión de frutas frescas.

Pero ojo: no significa que las frutas deshidratadas tengan más calorías que las frescas, sino que al ser reducidas en tamaño, podríamos comer más cantidad y descontrolar las porciones.

Es por esto que es importante medir los gramos que se consumen y, además, combinar (tanto la fruta fresca como la seca) con proteínas y grasas saludables para mantener un equilibrio en nuestra alimentación.

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