Pese a que muchos optan por cambiarlas frecuentemente, hay ciertas consideraciones que se deben tener en cuenta, tales como evitar ciertos patrones de números.
El primer jueves de cada mayo se conmemora el Día mundial de la contraseña, instancia que se calendariza desde 2013.
Es por esto que numerosos usuarios optan por cambiar sus claves de distintas cuentas en esta fecha.
Aquello tiene sentido, ya que estas son la principal llave de acceso para entrar a las plataformas que manejas.
Sin embargo, hay ciertas consideraciones que se deben tener en cuenta para hacer que una contraseña sea segura.
Y aunque algunos han optado por cambiar constantemente sus claves, aquello también puede traer riesgos a la ciberseguridad si no se tiene una contraseña fuerte.
Qué se debe tener en cuenta para crear una contraseña segura
El gerente de operaciones de NIVEL4, Hernán Möller, aseguró en un comunicado que más que pensar en modificar la contraseña de forma frecuente, es clave que estas sean robustas.
“Se detectó que la frustración de cambiar muy seguido las claves provoca que empiecen a aparecer opciones fáciles de adivinar. Los patrones comienzan a ser por ejemplo, meses del año + un número + un carácter especial”, explicó.
Junto con ello, dijo que “otra costumbre que se empezó a repetir es que los usuarios reutilizan contraseñas anteriores y les agregan un número”.
“Si bien pueden cumplir con parte de las políticas de ciberseguridad (como 8 caracteres o más, uso de números, mayúsculas y minúsculas), los descifradores son capaces de seguir este tipo de patrones y adivinarlos rápidamente”, enfatizó Möller.
En este sentido, recomendó que las contraseñas sean cambiadas una vez al año o cuando exista una buena razón.
“Lo más relevante es que la clave sea robusta, la longitud adecuada, contar con el doble factor de autenticación y utilizar un gestor de contraseñas como Keepass. Además, mantener las sugerencias como cambiar letras por números”.
Algunas de las tendencias más frecuentes que pueden poner en riesgo tus cuentas son utilizar claves básicas (como una secuencia de números o letras del teclado), nombres de familiares o mascotas, y fechas relevantes.
Esto, además de aceptar que el navegador guarde las contraseñas o exponer en redes sociales datos personales, agregó el experto en ciberseguridad.
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