¿Cómo es subirse a un globo aerostático? De Peñaflor a los cielos

Globo aerostático. FOTO: Guido Macari

Durante el 11 y 12 de febrero, se realizará el Cumbres Ballon Festival 2023, donde personas afortunadas podrán acompañar a experimentos pilotos en dieciséis recorridos que arrancarán a eso de las 7 de la mañana. Sin embargo, eso es solo una parte de la experiencia en los aires que se realizará por segundo año consecutivo en esta comuna.

Tímidamente el horizonte, hacia la Cordillera, se vuelve más anaranjado. Amanece. En medio de una gran explanada en el Parque Trapiche, se eleva un globo aerostático, fucsia, de 25 metros de alto.

Si bien se trata de un “vuelo cautivo”, es decir, con la barquilla amarrada a tres largas cuerdas que impiden que el globo se escape hacia los cielos, igualmente estos despegues deben ocurrir temprano o, en su defecto, bien entrenado en la tarde. Esto porque durante el resto del día los cambios de temperatura pueden traer problemas, más cuando estos aparatos requieren de ciertas corrientes frías y cálidas para avanzar.

Son pasadas las 7:00 hrs y algunos curiosos esperan su turno para probar el vuelo en el verde recinto ubicado a 30 km de Santiago, previo a que se realice la edición 2023 del Cumbres Ballon Festival, programado para el 11 y 12 de febrero.

Globo aerostático. FOTO: Guido Macari

A varios metros se escucha el rugido de la llama que eleva al globo relleno de aire frío y que, con el calor, hace que este se eleve, debido a su menor densidad en comparación al exterior. La química en acción.

Luego, viene mi turno, el entusiasta reportero de La Cuarta.

Tras usar de escalón una abertura en este gran sesto que, a su vez, es donde se espera de pie el despegue, me acomodo en un costado. Para que alguien se suba, primero debe bajarse otra persona; incluyendo al piloto, no puede haber menos de dos personas arriba de este transporte aéreo. Hay que hacer peso.

Fuego de los quemadores. FOTO: Guido Macari

Cada globo tiene su propio piloto y, en este caso, es Alonso Rojas, oriundo de la Región de Valparaíso. Con el quemador, hace que una larga llamarada inicie el despegue, tras esperar unos segundos a que el aire caliente invada todo el globo. Mientras más fuerte la llama, como un encendedor gigante, más grande y morada se torna.

Aunque apunta hacia arriba, el calor aquí también se siente, envolvente sobre mi cabeza.

Arriba

El ascenso es lento, pausado. De a poco el pasto simplemente empieza a parecer un homogéneo manto verde, salpicado de manchones de tierra. Los árboles, los espigados eucaliptos, ya no lucen tan imponentes.

Para sostenerse en el aire, cada ciertos instantes vuelve a encender el fuego, y que siga subiendo. Hay que ir con cautela, dice el piloto, que no sea demasiado abrupto. Un barómetro mueve tímidamente su aguja, midiendo la presión atmosférica.

Al mirar abajo, da un poco de nervio. El borde de la barquilla llega a la altura de la cintura. Es fácil asomarse y bajar la mirada. Las personas parecen pequeñas figuritas de juego; quizá hablan, sonríen o sacan alguna foto, pero desde arriba todo luce un poco confuso.

Vista desde globo aerostático. FOTO: Guido Macari

Algunos pájaros pasan a lo lejos, cortando por un instante el pálido cielo, cual raya en el agua.

El descenso también requiere fuego, pero menos intenso. Una llamarada cada tanto, permite que el globo baje sin apuro, despacio, pausado hasta reunirse nuevamente con el suelo.

Ya con el sol totalmente aparecido en el cielo, el calor en el ambiente comienza a subir y, por lo tanto, las corrientes de aire se volverán más impredecibles. En una media hora, la jornada laboral de este globo aerostático será dada por cerrada.

Para las jornadas del sábado 11 y domingo 12 habrá un total de trece globos, a cargo de pilotos tanto chilenos como extranjeros, que estarán en los aires durante ambos días.

La experiencia tendrá cupos limitados, a los cuales se puede acceder a través del sitio penaflor.cl. Las personas deben llenar un formulario para participar, ya sea por los dieciséis vuelos libres que partirán desde el parque hacia el oeste, siguiendo el curso del río Maipo, a unos 300 o 400 metros de altura, para aterrizar en algún predio despejado según lo permita el viento.

Ya está disponible un formulario para participar del sorteo de 16 vuelos libres que serán entre las 7 y 9 de la mañana.

Globo aerostático. FOTO: Guido Macari

Sin embargo, durante el resto de la jornada, también es posible postular a 160 “vuelos cautivos”, tal como se describe detalladamente este artículo. Las personas interesadas pueden inscribirse hasta el mediodía del 3 de febrero, para luego esperar y, con un poco de suerte, tener un breve (o no tan breve) acceso a los cielos.

“También la gente que venga podrá disfrutar del espectáculo natural que es acá, de actividades deportivas, food-trucks, gastronomía y actividades varias”, adelanta el alcalde (s) de la comuna, Julio Núñez, a La Cuarta, “El pasado se hizo con una excelente convocatoria, ya que de a poco las medidas sanitarias se han hecho más flexibles, y hemos podido compartir espectáculo de mayor envergadura”.

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