Un grupo de científicos se topó con los primeros crustáceos depredadores detectados en las zonas más profundas del océano frente a las costas de Chile.
La Fosa de Atacama, situada frente a la costa de Chile y Perú, es un lugar del suelo oceánico que tiene el mayor punto de profundidad del Océano Pacífico suroriental: 8081 metros en la plena zona hadal (La cual debe su nombre a Hades, el dios del inframundo en la mitología griega). Y precisamente en ese tipo de lugar, marcado por el ambiente frío, la presión elevada, la escasez de nutrientes y la ausencia total de luz, que ahora un grupo de científicos detectaron a una nueva criatura.
Un equipo de la Institución Oceanográfica de Woods Hole (WHOI) y el Instituto Milenio de Oceanografía (IMO) de la Universidad de Concepción publicaron un estudio en la publicación Systematics and Biodiversity para revelar que hallaron los primeros anfípodos depredadores (un orden de pequeños crustáceos) detectados en las zonas hadales del mundo, las cuales se creían inhabitadas por este tipo animales.
El depredador en cuestión es la Dulcibella camanchaca, un crustáceo similar a un camarón que solo mide alrededor de 4 centímetros y que pertenece a la misma clasificación que las pulgas marinas.
De acuerdo al estudio, la criatura submarina cuenta con apéndices rapaces especializados que utilizan para capturar presas, principalmente anfípodos más pequeños en la Fosa de Atacama.
“Dulcibella camanchaca es un depredador que nada rápido y al que le pusimos el nombre de ‘oscuridad’ en las lenguas de los pueblos de la región de los Andes para significar el océano profundo y oscuro del que depreda”, explicó una de las directoras del estudio, Johanna Weston, en un comunicado de WHOI.
El hallazgo fue parte de la Expedición 2023 del Sistema Integrado de Observación de las Profundidades Oceánicas (IDOOS) a bordo del buque científico Abate Molina, liderada por científicos de la OMI
“Se recolectaron cuatro individuos de Dulcibella camanchaca a una profundidad de 7.902 metros utilizando un vehículo de aterrizaje, que es una plataforma sin ataduras que se utiliza para transportar equipos científicos, incluidas trampas con cebo, hacia y desde el fondo del océano. Una vez a salvo en la cubierta del barco, los anfípodos recuperados se congelaron y luego se sometieron a un análisis morfológico y genético detallado en la Universidad de Concepción”, explican desde WHOI.
En esa línea, la morfología y el ADN de la dulcibella camanchaca apunta a que la especie es un nuevo género, lo que refuerza que la fosa es un punto crítico endémico particular con su propia fauna.