Conoció en la calle a anciana que fue desahuciada y la ayudó a encontrar un nuevo hogar para su perrita

Tabita.

Una mujer había sacado a pasear a sus mascotas por Coquimbo cuando, de pronto, se topó a una adulta mayor que le contó su historia.

Javiera Blanco había sacado a pasear a sus perros por Coquimbo, hace ya un par de jornadas. Era un día normal hasta ahí.

“De repente una abuelita me dice ‘ay, qué lindos los perritos’”, relató ella a través de Instagram.

En eso, la adulta mayor, Elizabeth, de 84 años, le preguntó por una de sus mascotas, “Julieta”: “¿Es niña?”. La respuesta fue “sí” y, acto seguido, la adulta mayor le conto que “yo tengo ahí a mi hija”, haciendo referencia a “Tabita”, otra perrita que se hallaba en la ventana de su casa.

“La tengo que dar con urgencia en adopción, porque yo me voy a morir; ya que me desahuciaron”, le reveló Elizabeth, palabras que impactaron a Javiera.

Luego procedió a detallar: “No tengo dos riñones, pero yo no le tengo miedo a la muerte”, pero “el único miedo que tengo, y lloro todos los días, es saber con quién voy a dejar a mi perrita”.

Frente aquel relato, ambos mujeres se echaron a llorar y, tras las lágrimas, Javiera le prometió ayudarla a encontrarle una nueva familia, en vista de que Elizabeth no tendría hijos, o alguien a quien dejarle a “Tabita”.

“Lo que está esperando es que haya una cama en el hospital, porque se encuentra en lista de espera”, detalló Javiera sobre el estado de la anciana. “En cualquier momento puede recibir un llamado”.

Tras aquella publicación (31 de octubre), dos días después Javiera actualizó el caso.

“El cuidado que le entrega Elizabeth a ‘Tabita’ es inmenso”, aseguró tras visitar su hogar. “Tiene su pieza propia dentro de la casa, con todas sus cositas, tiene un sillón en el antejardín para salir a mirar y en el veterinario tiene todo al día”.

Luego procedió a contar que la perrita encontró un nuevo hogar, que es una familia que conoce a Elizabeth, lo que “la tiene más tranquila y feliz”.

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