Un trabajo académico realizado por investigadores chinos determinó que genera un 20% más de probabilidades de llamar la atención como potencial pareja sexual.
Existe una inmensa cantidad de prendas que pueden resultar llamativas en múltiples entornos.
Si bien, lo más importante siempre es sentirse cómodo con las vestimentas a la hora de ir —por ejemplo— a una cita, distintos investigadores han sugerido que un color de ropa en específico es particularmente atractivo en términos sexuales.
Se trata del rojo, el cual es un componente habitual en las tenidas de numerosas celebridades en instancias como las entregas de premios.
Una investigación realizada por investigadores chinos evaluó los gustos de una muestra de 160 estudiantes (80 hombres y 80 mujeres), a quienes les pidieron que evaluaran el atractivo sexual de personas del sexo puesto que estaban vestidas con distintos colores.
Al revisar las respuestas, se percataron de que quienes lucían el rojo resultaron un 20% más llamativos como potenciales parejas sexuales, tanto hombres como mujeres.
Los resultados fueron publicados en la revista académica Acta Psychologica.
Qué dice la investigación sobre el color rojo y el atractivo sexual
La autora principal de este trabajo, Xiaobin Hong, explicó en declaraciones rescatadas por The Sun que “tanto los hombres como las mujeres percibían a los miembros del sexo opuesto que vestían de rojo como más atractivos que si vestían de blanco”.
“Estos resultados respaldan la idea de que, durante la evolución, el rojo indicaba fertilidad y mayores posibilidades de éxito reproductivo (...) la relación rojo-atractivo podría derivarse de una adaptación psicológica heredada”, agregó.
Junto con ello, precisó que en ámbitos como los deportes y los negocios, este color puede considerarse amenazador, competitivo o poderoso.
Esto último, según Hong, varía dependiendo de aspectos culturales de cada país o territorio.
Sin embargo, hizo hincapié en que la tendencia a relacionar el color rojo con el atractivo sexual es un fenómeno que se ve de manera prácticamente transversal en distintas partes del mundo.
“Si el efecto de atracción del rojo está impulsado por nuestro pasado evolutivo, debería ser evidente en todas las culturas”, sugirió la autora principal de este estudio.