En sus redes sociales, la actriz le respondió a un cibernauta que la criticó por no apoyar la denuncia de Raffaella di Girolamo.
Luego de varios días en silencio, la hermana de María José Prieto y cuñada de Cristián Campos, Ángela Prieto, se refirió por primera vez a la querella por abuso sexual infantil que enfrenta el reconocido actor.
Cabe recordar que el lunes de esta semana María José demostró públicamente su apoyo a su esposo, a través de la carta difundida por la familia Campos Sallato.
La misiva insistía en la inocencia del intérprete y calificaba como “injusta y aberrante” la acusación de Raffaella di Girolamo. No obstante, 24 horas después de haber compartido el comunicado en sus redes sociales, la actriz borró la publicación.
Qué dijo Ángela Prieto sobre acusación contra Cristián Campos
En su cuenta de Instagram, Ángela Prieto habló públicamente sobre el caso que por estos días ha salpicado a Campos.
Primero subió una imagen de ella, como cualquier otra. Sin embargo, en el pie de foto escribió un mensaje de motivación que se podría relacionar con lo que hoy está pasando el actor y su entorno.
“Aunque hayan días en los que sientas que no puedes levantarte, sal de la cama y sigue avanzando con respeto y calma. Enfócate en lo que te hace bien (Deporte, alimentación sana, pensamiento positivo, abarcar sólo lo justo y necesario, dormir, etc). Cada día su afán. Pasito a pasito”, expresó Ángela en redes sociales.
Luego, en la sección de comentarios, un cibernauta le expresó su molestia porque no haber apoyado la denuncia por abuso.
“Me da mucha tristeza que no apañen a la Rafa, si hasta los propios hijos del abusador le creen y ustedes poniendo en duda el testimonio. Atroz me parece”, detalló el usuario.
Ahí fue cuando Ángela se pronunció por primera vez sobre el caso. “Acá la justicia será quien ponga las cosas en su lugar”, escribió.
Luego, complementó: “Yo solo respeto el proceso y deseo de corazón que todo se aclare pronto”.
Por otra parte, la actriz también le dio me gusta a otros comentarios de usuarios que le enviaban fuerzas en ese momento, incluyendo uno que indicaba: “Querida Ángela, no pongas las manos al fuego por nadie”.
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