La sensual actriz debutó en 1953 con la prenda que revolucionó al mundo de la moda, y se transformó en ícono de la liberación femenina.
Durante la edición del Festival de Cine de Cannes en 1953, la sensual actriz francesa Brigitte Bardot debutó con un diminuto traje de baño de dos piezas, adornado con flores y que paralizó a las playas de la ciudad que se sorprendieron al ver a la joven con esta prenda que llegó para revolucionar el mundo de la moda.
A pesar de que la historia le atribuye la invención de esta prenda que marcó la liberación femenina al ingeniero francés Louis Réard, la verdad es que fue Bardot quien posicionó el bikini en el ojo público, y este traje de baño también la llevó a ella al éxito, catalogándola como una de las actrices más sensuales de la época.
Y es que gracias a la imagen de Brigitte Bardot posando en una playa con el bikini floreado, es que el resto de las mujeres lo fueron tomando como inspiración y se atrevieron a utilizar la prenda que sólo un par de años antes era condenada por la iglesia y la sociedad.
A pesar de que la actriz posó con esta icónica y revolucionaria pieza en 1953, no fue sino hasta seis años después que el bikini comenzó a masificarse dentro del mundo de la moda e incluso llegando a las portadas de revistas como Playboy y Sports Illustrated.
Aunque como señala el medio Infobae, mientras el mundo recién se estaba acostumbrando a la idea de ver a mujeres luciendo prendas que dejaran ver un poco más de su cuerpo, Brigitte Bardot ya era una verdadera embajadora y modelo ícono del bikini. “Se paseaba por su casa de St. Tropez, La Madrague, con el conjunto diminuto, junto a invitados como Jean-Paul Belmondo y Alain Delon; todo el estilo de los tempranos sesenta concentrados en una terraza con vista al mar: jóvenes, perfectos y sexuales como nadie lo había sido jamás antes”.
Y es que en cualquier fotografía de la época, y realizando diversas actividades desde arreglar un ramo de flores hasta fumar un cigarrillo, la actriz francesa lo hacía posando con un bikini, llevando la prenda a lo más alto de la moda, y registrando su nombre como emblema de la sensualidad.
La defensa de la semidesnudez
El hecho de que la actriz normalizara el uso del bikini fue sentando las bases para una revolución que años después marcaría las portadas del mundo entero, la lucha de las mujeres para poder utilizar prendas que dejaran ver su cuerpo. En mayo de 1968 se produjo “la defensa de la semidesnudez en las playas fue un baluarte en la batalla cultural contra la sociedad conservadora y los adalides de la tradición, la familia y la propiedad, que aseguraban que el topless iba a asustar a los niños”, algo que finalmente se logró en 1970.
Mientras en Europa el ícono del bikini fue la actriz Brigitte Bardot, en Estados Unidos hacía lo propio otra actriz, Úrsula Andress. Aunque a diferencia de Bardot ella no posó en una playa cautivando las miradas de la gente, sino que fue en la gran pantalla como la chica Bond de la película El Satánico Dr. No, donde en una de las escenas aparece con un bikini saliendo del mar.
Aunque Bardot no fue la encargada de popularizar el bikini en Estados Unidos, si fue la responsables de que este captara la atención de las mujeres en Latinoamérica, esto después de vacacionar en las playas de Brasil con la polémica prenda, lo que inspiró a las brasileñas más osadas a atreverse a usarlo.
A pesar de que el ingeniero francés Louis Réard confeccionó la pieza en 1946, el bikini no hubiera sido nada y no se hubiera propagado a nivel mundial si no fuera por el atrevimiento de la francesa Brigitte Bardot, quien cargada de sensualidad se transformó en un ícono de la liberación femenina, ganándose el título de la inventora del bikini.