Hace cuatro décadas llegó la educación Waldorf para los estudiantes de enseñanza básica de nuestro país. Actualmente el foco está puesto en los jóvenes que están terminando el colegio.
La educación Waldorf tiene como objetivo fomentar un desarrollo holístico en los estudiantes, aportando al desarrollo evolutivo, social y emocional a través de la estimulación de las capacidades intelectuales, emocionales, sociales y físicas.
Todo a través de un vínculo cercano y profundo entre estudiantes y sus educadores, quienes los guían de forma individualizada, identificando su valor y sus aptitudes.
“Creo que la educación tradicional valora más los resultados que el proceso. La educación debe ser un medio de cambio para formar seres humanos más completos y con una mirada más integral de la realidad”, indica María Isabel Ramírez profesora que utiliza la educación Waldorf.
La educación Waldorf llegó hace más de 40 años a Chile, con el objetivo de posicionar una nueva forma de enseñanza, primero en Enseñanza Básica; y hoy también en Enseñanza Media.
Educación Waldorf en Chile
Uno de los colegios que impulsa y aplica el modelo Waldorf es el establecimiento Michelangelo de Providencia.
Este colegio fue creado con la idea de dar continuidad a los estudiantes del modelo Waldorf de enseñanza básica, entregándoles la oportunidad de seguir explorando sus habilidades con la misma filosofía educativa.
“Somos un proyecto educativo que nació en 2017, buscando mostrar nuevos caminos para robustecer la educación secundaria chilena, pero fuera del modelo tradicional” cuenta Christina McLeod, directora y fundadora de Michelangelo.
La comunidad educativa de Michelangelo ya ha demostrado sus resultados con puntajes en la PAES que han superado los 800 puntos, incluso con puntajes nacionales.
“A diferencia de la educación tradicional, el objetivo principal en enseñanza media no es la orientación vocacional camino a la universidad, sino potenciar las habilidades que los estudiantes ya poseen y ayudarles a descubrir talentos que aún no han explorado y que pueden componer su futuro”, destaca Rafael Basualto, director académico de Michelangelo.
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