Luigi Mangione ocupó una pistola que se manufacturó de esta manera para perpetrar su delito contra importante ejecutivo.
Tras el asesinato de Brian Thompson, director ejecutivo de UnitedHealth Group, presuntamente a manos del joven Luigi Mangione, en Estados Unidos han saltado las alarmas por el uso de armas creadas con impresoras 3D.
Mangione utilizó una pistola y un silenciador fabricados con este tipo de tecnología.
Durante la administración de Joe Biden, se comenzó a controlar y fiscalizar esta problemática en el país. Incluso, según consignó la BBC, hasta agosto de 2023 era sumamente fácil adquirir kits para armas, y en internet abundan los tutoriales para fabricarlas. De esta forma, es posible crear una pistola en menos de una hora.
Actualmente, los fabricantes de kits de armas fantasmas están obligados a incluir números de serie en sus productos y realizar verificaciones de antecedentes de los compradores. Sin embargo, esta regulación no abarca las piezas fabricadas íntegramente con impresoras 3D.
Las principales problemáticas de estas “ghost guns” son que no tienen números de serie, lo que las hace prácticamente imposibles de rastrear, y que no requieren verificaciones de antecedentes, ya que cualquier persona con un plano y una impresora puede construir su propia arma. Aunque no tienen la misma confiabilidad que una pistola convencional, su uso sigue siendo preocupante. En el caso de Thompson, se registró que la pistola fantasma empleada se atascó durante el ataque.
Como dato, en 2022 se encontraron 20.000 presuntas armas fantasmas, diez veces más que en 2016, según la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF).
Cabe destacar que, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), más de 48.000 personas murieron por armas de fuego en Estados Unidos durante 2022.