Según un artículo de Allure, el reinado del característico estilo de maquillaje considerado por años como atemporal, llegó a su fin. “No fue una decisión de la industria o los medios”, sino de los centennials.
Un artículo de la revista Allure, especialista en belleza, determinó que el delineado en los ojos estilo cat eye o felino, pasó de moda, así tal cual.
A través de un análisis en primera persona de la editora digital, Nicola Dall’Asen, explicó que al igual que los pitillos, la Generación Z impuso como moda no usarlo, y que se convirtió en una carta de presentación de los millennials, siendo -según sus palabras- sinónimo de “viejo” y, por lo tanto, de “vergüenza”. Pero hace un llamado a no sentirse así.
Y es que durante el último año, las redes sociales se han inundado de videos sobre este debate. Muchos insisten en que es un look atemporal que siempre ha existido -recordemos a Cleopatra-, y otros aseguran que el hecho de que las generaciones más jóvenes lo estén cuestionando significa un cambio importante en la industria de la belleza, que no debe pasar desapercibido.
“¿Cuándo decidimos que aparentar nuestra edad es algo malo?”
“Al igual que los pitillos, el delineador de ojos se convirtió en un uniforme que se esperaba o alentaba a todas las mujeres millennials en la década de 2010 a usar”, escribió Nicola.
Esto, gracias a influencias de plataformas como Pinterest y Tumblr, e íconos indie del momento como Emma Stone o las gemelas Mary Kate y Ashley Olsen. De hecho, referentes millennials como Taylor Swift, Ariana Grande o Beyoncé lo siguen usando como una marca personal.
La periodista afirmó que el hecho de que nos digan que el maquillaje que nos gusta usar ha pasado de moda, no fue una decisión de la industria o los medios, sino que se volvió anticuado porque en algún momento los jóvenes lo decidieron colectivamente, pero eso no tiene por qué ser malo.
“Las tendencias se vuelven anticuadas, pero las personas mismas no. ¿Cuándo decidimos que aparentar nuestra edad es algo malo? (...) no creo que debamos otorgar a las niñas de 14 años en Internet el poder o la influencia para hacernos sentir inseguros sobre la forma en que nos vemos. ¡Somos adultos! ¡No tenemos tiempo para esto!”, destacó.