Desde infecciones oculares a problemas en la córnea. El mal uso de las pestañas postizas podría convertirse en un dolor de cabeza.
Las pestañas postizas son una tendencia que en los últimos años ha ido creciendo con fuerza, especialmente entre los más jóvenes. Sin embargo, los especialistas miran con precaución esta moda.
Hace algunos años, el Colegio de Oftalmólogos del Reino Unido, advirtió los peligros de llevarlas con frecuencia, lo que podría derivar en serios problemas oculares.
Por su parte, la Academia Americana de Oftalmología (American Academy of Ophthalmology, AAO) se sumó a las advertencias, enfatizando que el principal peligro está en los químicos que se utilizan y que pueden provocar infecciones de córnea y de párpado, ocasionando la pérdida permanente o temporal de las pestañas naturales y provocando la hinchazón del párpado.
De acuerdo a la revista Medical Daily, ”el peso de utilizar extensiones todo el tiempo puede causar tensión en el folículo del cabello y eventualmente hacer que se caiga y que no vuelva a crecer”.
No tener pestañas puede resultar muy perjudicial, pues estas son un filtro que impide el paso del polvo y protege el ojo de restos que puedan obstruir la visión o provocar una infección o herida.
El enemigo: el pegamento
El producto químico que se agrega para poder pegar estas pestañas, es uno de los principales peligros, especialmente aquellos que contienen formaldehído, conocida por causar reacciones alérgicas.
“El problema al colocar pestañas postizas radica en el uso de ciertos pegamentos, que son elementos abrasivos y corrosivos”, aseguró a T13 el oftalmólogo Ricardo Agurto, jefe del servicio de oftalmología de Clínica Alemana.
El experto explicó que si este llega a tocar el interior del ojo, puede provocar una conjuntivitis química y que en casos más graves podría llegar a afectar la córnea.
Por ello, el llamado es siempre a elegir producto autorizados y regulados, así como optar por lugares certificados y serios para los tratamientos de belleza.
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