Ni Gran Hermano se atrevió a tanto. En los 90 un joven fue encerrado como parte de un experimento de telerrealidad. Casi 30 años después, contó su verdad en un documental.
En 1998, Tomoaki Hamatsu, un joven japonés de 23 años soñaba con estar en la TV para mostrar sus dotes en la comedia. Pasó un casting y terminó desnudo en un departamento casi vacío. Tenía un lápiz, algunas postales en blanco, un teléfono y un estante lleno de revistas. Fue grabado por un año.
El concepto del espacio titulado “Una vida en premios”, era ver si un ser humano podía sobrevivir sólo, debía pasar ciertas pruebas y el premio final era de 1 millón de yenes. Informó en un reportaje BBC.
En un inicio serían 15 meses encerrado, pero este tiempo disminuyó conforme el joven caía en la depresión y la manía, producto del hambre y el aislamiento.
Casi tres décadas después, Nasubi reavivó esta traumática experiencia en un documental titulado “The Contestant” (El concursante).
Un pionero en la telerealidad
Según reveló, sabía que estaba siendo filmado pero no firmó contrato y no le explicaron que las grabaciones se publicarían una vez a la semana, incluso pensó que probablemente no se emitiría. Lo cierto es que se fue convirtiendo en una celebridad, y uno de los segmentos más populares del programa “Denpa Shōnen”.
Los críticos odiaron el reality, pero los jóvenes lo amaron. Además, comenzó a transmitirse antes del lanzamiento de la película The Truman Show, protagonizada por Jim Carrey, sobre un hombre que no sabe que su vida se transmite por televisión; y otro año antes de Gran Hermano.
Pero a pesar de ser un pionero, no es muy conocido fuera de Japón. En el documental abordan cómo dejaron al joven en una habitación sin ventanas, ropa o artículos de primera necesidad -ni siquiera papel higiénico- y sin contacto con el mundo exterior.
Y no solo muestra entrevistas a Nasubi, sino también al productor que planeó el programa, Toshio Tsuchiya, y de quienes participaron en la cobertura.
Así usó su fama
A medida que avanzaba el reality, el joven tuvo éxito en muchos de los concursos, pero los premios que ganó no siempre fueron útiles. Además, se estaba debilitando físicamente, podría haber muerto si no hubiera ganado arroz, bebidas o comida para perros.
“Cuando la gente le pregunta si se arrepiente, siempre dice que, aunque no querría volver a hacerlo, no sería la persona que es ahora si no hubiera participado”, reveló la directora del documental, Clair Titley.
Nasubi fue liberado mediante un truco en el que lo llevaron a una nueva habitación falsa antes de que las paredes cayeran para revelar que en realidad estaba en el estudio en directo.
El documental también muestra sus esfuerzos por utilizar su nueva fama para buenas causas. En 2016 escaló el monte Everest, después de tres intentos fallidos; y desestimó una posible demanda contra los ejecutivos de Nippon TV. “En lugar de lastimar a otras personas demandándolas, solo para ganar algo de dinero, decidí aceptar mi pasado. Me sentí más a gusto con mi vida. Siento que puedo usar ese odio y esa ira, esa energía negativa, y convertirla en energía positiva dentro de mí”, concluyó.