Una de las actividades que realizan los jóvenes que son seleccionados para el Servicio Militar, son las artes marciales, disciplina fundamental para cultivar su mente, espíritu y cuerpo.
En los últimos años Chile ha experimentado no solo cambios políticos y sociales, sino también formas de comunicar y entender los procesos que se deben cumplir.
El Servicio Militar es uno de ellos que se deben cumplir sí o sí, sin embargo, desde 2004, se comenzó a privilegiar la voluntariedad de los más entusiastas y con una visión clara de servir a la patria. Pese a aquello, aún es una obligación según dicta la ley N°2.306.
Años atrás uno debía ir a los cantones, municipalidades o la gobernación y buscar entre una larga lista de números y nombres, dónde y cuando debía presentarse para realizar el Servicio Militar.
En ese sentido, cuando los jóvenes tanto hombres como mujeres son seleccionados para cumplir con su deber, entran y son instruidos en distintas actividades inherentes a la formación militar, pero también se preparan físicamente, y una de las instrucciones q reciben son las artes marciales, donde muchos de ellos encuentran en ellas una forma de cultivar su mente, espíritu y cuerpo.
Es aquí cuando deben verificar si la disciplina que han elegido se encuentra registrada en la Autoridad Nacional que administra la Ley de Artes Marciales.
Las Artes Marciales es una de las disciplinas que entregan mayores beneficios al desarrollo físico y personal de las personas, sin embargo, sus instructores deben pasar por un riguroso proceso que los habilita para poder ejercer su enseñanza y difusión.
Precisamente el órgano encargado de fiscalizar y controlar esta actividad es la Dirección General de Movilización Nacional (DGMN), perteneciente al Ejército de Chile, por medio de la Ley 18.356 dependiente del Ministerio de Defensa Nacional.
Aquella fiscalización se realiza para evitar que personas no idóneas o psicológicamente no aptas, impartan conocimientos, técnicas y/o sistemas que revisten riesgos a la seguridad de las personas, especialmente en menores de edad.
Por esta razón, la DGMN, al ser un órgano del Estado y del Ejército, es la más apropiada para ejercer la fiscalización y control a nivel nacional. Es necesario recalcar que para que una persona pueda ejercer como instructor de Artes Marciales en Chile, debe acreditarse como tal en la DGMN, además de cumplir con varios requisitos que garanticen su legitimidad tanto en la técnica marcial, como en su capacidad pedagógica.
Entre las exigencias destacan tener cuarto año de enseñanza media rendida, aprobar un curso de primeros auxilios, presentar un informe psicológico y un programa detallado de enseñanza, con una clara descripción de las técnicas que deberá realizar el alumno, desde los niveles más básicos, hasta los más avanzados. De este modo, los instructores y academias de artes marciales, pueden contar con un respaldo que garantiza su seriedad y profesionalismo.