El multimillonario ha cuestionado las cifras de bots en la plataforma, pero desde la red social defienden los números que han dado a conocer públicamente en los últimos cuatro trimestres.
Durante la semana pasada, el hombre más rico del mundo, Elon Musk, puso en pausa la adquisición de Twitter a partir de su preocupación sobre las cifras de spam y bots en la plataforma.
A partir de ahí, el multimillonario se refirió en más de una ocasión al tema, llegando a segurir que prueba en la que se tomaran 100 cuentas aleatorias para verificar los números.
En ese sentido, el CEO de Twitter, Parag Agrawal, afirmó que la idea de Musk no es plausible. “Nuestra estimación interna real para los últimos cuatro trimestre estuvo bien bajo el 5 por ciento”, planteó sobre el número de bots.
“Durante la semana pasada, nosotros compartimos una revisión general del proceso de estimación con Elon y esperamos continuar la conversación con él y todos ustedes”, agregó explicando que una revisión externa no puede concretarse debido a que métricas como el número de usuarios activos al día requiere el manejo de información privada de los usuarios.
¿Cuál fue la respuesta de Elon Musk a toda esa explicación? Un emoji de excremento. Nada más. Nada menos.
Posteriormente, Musk planteó una pregunta abierta dirigida al CEO de la red social. “Entonces, ¿cómo saben los anunciantes lo que obtienen por su dinero? Esto es fundamental para la salud financiera de Twitter”, recalcó el multimillonario.
Desde el viernes pasado, momento en que Musk puso el trato en duda, el valor de las acciones de la plataforma han caído paulatinamente. Si el jueves de la semana se transaban a $45.09 dólares, este lunes el valor llegó hasta los $37.39 dólares. Musk, en tanto, ofreció adquirir cada acción a un valor superior a los $54 dólares.