La firma espera hacer una nueva inmersión en las profundidades del mar, para así tomar fotografías desde el exterior de la nave sumergida.
Han pasado casi 112 años desde que se hundió el Titanic en el Océano Atlántico y sus restos siguen manteniéndose como un punto de atracción para distintos investigadores y empresas.
Como se podría suponer, una de estas últimas es RMS Titanic Inc., compañía que ha organizado viajes hacia la nave sumergida con el objetivo de tomar fotografías y recuperar parte de sus restos.
Sin embargo, dicha firma se ha visto enfrentada a una serie de disputas con el gobierno de Estados Unidos.
Después de que se desatara el trágico episodio del 14 de abril de 1912, exhibieron en distintas exposiciones algunos de los artículos que recuperaron.
De hecho, en 1994 consiguieron los derechos de salvamento correspondientes, tras una resolución en el Tribunal del Distrito de Norfolk, Virginia.
No obstante, las complicaciones con el gobierno se dieron a partir de 2020, cuando RMS Titanic Inc. recibió un permiso para recuperar y exponer la radio que había emitido las llamadas durante el episodio.
Aquello consideraba no solo viajar hacia las profundidades, sino que también entrar al barco e incluso hacer cortes, según rescató Infobae.
Es por esto que presentaron una demanda, bajo el argumento de que su proyecto incumplía un acuerdo con las autoridades británicas, el cual busca proteger la nave al considerarla un monumento de carácter histórico.
La disputa legal por los viajes hacia los restos del Titanic
Pese a que el plan no se concretó, desde RMS Titanic Inc. organizaron otro para tomar fotografías al interior y recuperar ciertos objetos “solo si no están fijados al naufragio”,
Aquello despertó las alarmas en Washington, por lo que en agosto de 2023 se volvió a cuestionar su expedición en tribunales.
Luego, en octubre, desde la firma manifestaron que habían disminuido sus intenciones de incursionar en la zona, debido a la implosión del submarino Titán de Ocean Gate que ocurrió en junio de ese año y que dejó cinco fallecidos.
Una de las personas que iba en su interior era el buzo francés Paul-Henri Nargeolet, quien iba a ser el encargado de dirigir el eventual viaje.
Junto con ello, detallaron que esperan enviar un sumergible no tripulado para que tome fotografías desde el exterior del navío hundido.
Según afirmaron en un comunicado, este artefacto no tocaría la nave ni entraría en ella.
Aún así, las autoridades estadounidenses siguen reuniendo datos sobre ese proyecto, el cual —en caso de no ser obstaculizado— se concretaría en mayo.
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