Pedro José Silva Ochoa habría participado en el secuestro de dos militares estadounidenses en Bogotá, Colombia. Estos son los detalles.
Uno de los hombres más buscados por la policía de Estados Unidos se refugió en Chile. Se trata de Pedro José Silva Ochoa, acusado de haber participado en el secuestro de dos militares norteamericanos que estaban de vacaciones en Colombia.
Era el año 2020 y los dos funcionarios visitaron una zona de restaurantes, bares y tiendas de lujo en Bogotá. En un momento, dos colombianos se acercaron amistosamente a ellos, pero poco sabían que en realidad buscaban drogarlos para poder robarles todas sus pertenencias.
Y así lo hicieron. Esto fue lo que pasó y cómo uno de los acusados terminó en la comuna de Cerrillos, en la región Metropolitana.
Quién es el taxista colombiano buscado por 17 agentes de la FBI
Cuando los dos militares estadounidenses ya estaban completamente fuera de sí, los colombianos “los trasladaron por distintos cajeros automáticos de la ciudad de Bogotá para quitarles dinero de las tarjetas de crédito”.
Así lo relató el subcomisario Álex Varela Romero, de Interpol Santiago a LUN. “Al otro día se dieron cuenta, realizaron la denuncia y comenzó la persecución”.
Pero, ¿qué fue lo que hizo Pedro José Silva Ochoa, el taxista colombiano más buscado? Según la autoridad, él fue la persona que trasladó a las víctimas por toda la ciudad para que los otros dos colombianos pudieran robarles su dinero, celulares, billeteras y relojes.
“Silva Ochoa, además de conducir el taxi, ayudó a las víctimas a subirse. También se encargó de dejar a sus cómplices en el bar y esperarlos”.
Al día siguiente, entre las seis y siete de la mañana, el hombre dejó a los militares drogados en el sureste de Bogotá. Según la Interpol de Washington, uno de ellos fue encontrado desorientado en la calle y el otro en un departamento. Ninguno recordaba lo que había sucedido la noche anterior y los exámenes de laboratorio arrojaron que tenían restos de clonazepam en el cuerpo.
De alguna forma, el taxista logró escapar de la persecución del FBI y llegó a Chile. “Ingresó por un paso no habilitado. Vivía en Cerrillos y trabajaba como conductor de aplicación de transporte de pasajeros”.
Fue encontrado en el país y ayer, miércoles 17 de abril, fue extraditado a Estados Unidos. Por su “peligrosidad”, fue custodiado por 17 agentes del FBI, quienes viajaron únicamente a buscarlo, por recomendación de Interpol Chile. El hombre arriesgaría una pena de 60 años de cárcel en EE.UU.