Con el paso de los años esta popular bebida ha tomado importancia en juntas y reuniones dentro de nuestra vida.
Beber café se ha convertido en una rutina sagrada para cientos de personas, especialmente para quienes buscan alternativas más rápidas para poder traer consigo para todas partes.
O bien, el café también se vuelve en un punto prioritario cuando se busca realizar reuniones o juntas tanto con amigos como con nuestros colegas en los espacios laborales.
Esta clásica bebida, que con el paso del tiempo ha adquirido miles de modificaciones y sabrosas versiones, puede estar presente en nuestros hogares, en la mitad de nuestros paseos por la ciudad o bien en las oficinas, por lo que también ha tomado una movida estratégica en el ámbito laboral.
El pasado 1 de octubre se celebró el Día Mundial del Café, momento que dio para reflexionar el papel protagónico que adquiere esta bebida en nuestro día a día.
En Chile se consumen aproximadamente 0,6 tazas de café diario per cápita, lo que equivale a cerca de 1 kilo de café por persona en tan solo un año.
Un hábito impulsado por el consumo en el hogar, pero sin dudas también en la oficina, donde el café es una bebida habitual para los trabajadores.
De hecho, no es casualidad que las comunas que concentran la mayor masa de oficinistas de la RM -Providencia, Santiago y Las Condes- sean las mismas que tienen más cafeterías, según indica el “Censo Cafetero”, presentado en 2022 en la Expo Café.
“Y si lo pensamos bien, el café cataliza la discusión creativa y la búsqueda de soluciones en el trabajo. Más allá de su rol como estimulante, tiene un rol clave en la productividad diaria y dedicar tiempo a tomarlo es una buena inversión”; destaca Ignacio Zamora, Business Manager de WeWork Chile.
Asimismo, según un estudio realizado por la Universidad de Illinois, las pausas breves para tomar café pueden aumentar la productividad en un 30%, permitiendo que los colaboradores vuelvan a sus tareas con mayor concentración y enfoque.
Es más, el café es mucho más que una simple bebida, ya que esta se logró convertir en una herramienta que impulsa la productividad, el bienestar y las conexiones entre equipos laborales. Alrededor de una taza de café, surgen ideas, se construyen relaciones y se definen los nuevos proyectos que pueden llevar a las organizaciones al siguiente nivel.
A medida que el diseño de las oficinas ha evolucionado hacia modelos más colaborativos y flexibles, los puntos de encuentro informales como las cafeterías o espacios de descanso, se han convertido en escenarios clave para fomentar la creatividad y las relaciones laborales.
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