Si se te quema y raspas la parte carbonizada para comerlo de todas formas, ¡tenemos que hablar!
El pan es un alimento infaltable en la mesa de los chilenos: lo comemos en el completo, para untar en el pebre, acompañar una cazuela e, incluso, lo consumimos como budín.
Pero una de sus formas más populares es el pan tostado, protagonista de desayunos y onces.
Hecho en el clásico tostador chileno y, a pesar de su simpleza, es versátil y delicioso, pero también podría perjudicarnos si lo manejamos mal.
El peligro del tiempo en la tostadora
Tostar pan parece un proceso simple, pero el tiempo es clave. Si te pasas de minutos, se quema y adquiere ese color negro de sabor amargo.
¿Qué haces cuando esto pasa? Si tu respuesta es “raspo la parte quemada y me la como igual”, ¡tenemos que hablar!
El enfermero Jorge Ángel, con más de seis millones de seguidores en TikTok, lanzó una advertencia viral sobre este hábito.
En su video, que ya acumula más de 29 mil likes, el español explica que raspar lo quemado no elimina un problema oculto: la acrilamida.

Efectos en la salud: mejor prevenir que raspar
Esta sustancia se genera cuando el pan, las galletas o los bizcochos se queman y, según estudios, puede ser potencialmente cancerígena y causar daños neurológicos.
Es decir, aunque raspes la zona negra, el peligro sigue ahí.
Además del riesgo de cáncer, la acrilamida puede provocar indigestión, dolores estomacales e incluso afectar el sistema nervioso, causando debilidad muscular.
Pero eso no es todo: el consumo frecuente de alimentos quemados podría influir en problemas de fertilidad.
Jorge Ángel admite que todos hemos raspado una tostada quemada alguna vez, pero su consejo es claro: mejor evitar que el pan se queme en primer lugar.
Controla bien los tiempos en la tostadora y, si te pasas, mejor descarta la rebanada en lugar de intentar “arreglarla”.