Esto es lo que le pasa a tu cuerpo cuando tomas bebidas gaseosas

Foto: Bebidas gaseosas.

Una refrescante lata de bebida puede traer consigo una serie de efectos nocivos para nuestro organismo.

Muchos de nosotros disfrutamos de una bebida gaseosa, especialmente en momentos de altas temperaturas, pero lo que pocos saben es el impacto a la salud que el proceso químico de los refrescos producen en nuestro organismo.

Según consigna Medical Todays, el consumir bebidas gaseosas produce que el cuerpo experimente reacciones químicas que a largo plazo afectan considerablemente la salud.

En cuanto al tiempo de ingesta de bebidas, cuando estamos dando el primer sorbo estás consumiendo el equivalente a diez cucharadas de azúcar, medida que supera considerablemente el consumo diario recomendado.

Posteriormente, a los 20 minutos de ingesta, los niveles de glucosa en sangre aumentan rápidamente, provocando que el páncreas libere insulina y que el hígado convierta el exceso de azúcar en grasa.

“Cuando una persona bebe un refresco, está ingiriendo el equivalente a una comida entera en hidratos de carbono a través del líquido. Este azúcar extra, en lugar de almacenarse en el tejido muscular, se convierte en grasa en el hígado”; explicó a The Healthy, Meltem Zeytinoglu, endocrinólogo y profesor de medicina en la Universidad de Medicina de Chicago.

Efectos de las bebidas en el cuerpo humano

Normalmente, una lata o botella de bebida regular contiene aproximadamente 155 calorías, 38 gramos de carbohidratos, 37 gramos de azúcar y 34 miligramos de cafeína.

Foto: Bebidas gaseosas.

Además, la Asociación Americana del Corazón recomienda limitar el azúcar a 25 gramos al día para las mujeres y 36 gramos para los hombres, medidas menores a lo que contiene una lata de bebida.

Asimismo, se recomienda un consumo máximo de cafeína de 400 miligramos al día.

Al consumir una bebida gaseosa y cuando la cafeína sea completamente absorbida por nuestro organismo, el hígado libera aún más azúcar por medio de la sangre, lo que provoca que la cafeína bloquee los receptores de adenosina en el cerebro, impidiendo la somnolencia.

Es por esto que una bebida provoca la sensación de estar más despierto por un corto periodo de tiempo en las personas.

Así, luego de aumentar los niveles de dopamina, se produce en el cuerpo una caída brusca de energía.

Los bajones de azúcar suelen provocar que estemos increíblemente distraídos a lo largo del día, lo que lleva a una falta de productividad y concentración. La confusión, el comportamiento anormal, la incapacidad para completar tareas rutinarias, son síntomas comunes”; explica un informe de Sanford Health.

Foto:Bebidas gaseosas.

El consumo regular y continuo de bebidas azucaradas está relacionado con obesidad, diabetes tipo 2, cardiopatías, enfermedades renales, enfermedad hepática no alcohólica, caries dental, y gota (un tipo de artritis). Sin embargo  “un refresco ocasional no va a tener un impacto significativo en tu salud. Es cuando se convierte en un hábito habitual cuando es un problema”.

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