Conoce a continuación a qué edad somos más felices en la vida y sus razones.
La felicidad es el remedio número uno para todos los problemas en el mundo, o al menos para solventar algunos de ellos.
Es por esto mismo que la búsqueda de la felicidad es uno de los grandes dilemas que tenemos nosotros los humanos, especialmente cuando en ciertas ocasiones no le encontramos sentido a ciertos aspectos de la vida.
No existe fórmula mágica para encontrar la felicidad, pero sí podemos la podemos hallar y crear nosotros mismos a lo largo de la vida por medio de diferentes experiencias, cosas materiales, sentimientos y sucesos.
Para muchos es inevitable asociar la felicidad a un momento concreto de la vida, ya sea gracias a la nostalgia, o bien por la esperanza y la idea de que en el futuro todo irá de mejor manera.
Y es por esto, que un reciente estudio realizado por la Universidad de Harvard publicado en el libro “The Good Life”, se menciona que las personas que asocian la felicidad con la jubilación pueden estar en lo correcto.
En búsqueda de la felicidad
La investigación analiza diferentes generaciones de familias estadounidenses, en las que se combinan pruebas físicas y chequeos médicos, resultando que la felicidad alcanza su punto máximo a partir de los 60 años.
Los profesionales que fueron parte de este estudio destacan que la conciencia de llegar al final de la vida puede llevar a una mayor apreciación de cada momento que se vive día a día.
Asimismo, si ese momento coincide con la jubilación y la independencia de la vida, el individuo se libera de las grandes cargas de responsabilidad: los hijos, trabajar, el pago de deudas, y el poco tiempo.
¿Cuál es el peor momento de la vida?
Por otro lado, en el estudio de Harvard también se revela cuál es el momento de la vida en el que las personas se sienten más tristes y experimentan pocas dosis de felicidad.
A los 47 años sería la edad en la que las personas suelen sentirse más tristes, siendo una etapa de la vida que se caracteriza por altos niveles de estrés, preocupaciones, cambios físicos y la disminución de la satisfacción personal.
La tal llamada “crisis de los 40″, es un fenómeno que ocurre entre los últimos años de los 30 y 40.
La gran cantidad de problemas personales y profesionales generan una carga emocional muy potente en las personas adultas, por lo que se recomienda también la ayuda de profesionales para evitar uno de los efectos secundarios más comunes en esa edad, especialmente entre las parejas: el divorcio.