Varios estudios han demostrado que los beneficios de tener una hermana se relacionan con el nivel cognitivo y psicológico.
Ser hijo único es una experiencia completamente distinta que la de tener hermanos, pero hay algo que lo hace aún más diferente, que estos sean hombres o mujeres.
Estudios revelan que a pesar de que la relación con una hermana pueda ser complicada por distintos motivos, a nivel cognitivo y psicológico entregaría una serie de beneficios.
Según un estudio realizado por Alex Jensen, profesor de la Escuela de Vida Familiar de la Universidad Brigham Young (BYU), tener hermanas ayuda a desarrollar habilidades sociales, desde la comunicación hasta el compromiso y la negociación, incluso los conflictos podrían ser beneficiosos a largo plazo, siempre que sean por motivos de poca importancia.
BENEFICIOS PARA LA SALUD MENTAL
Por otro lado, el estudio de Jensen, reveló que tener una hermana puede mejorar la salud mental y la autoestima.
Lo anterior debido a que las hermanas ayudarían a evitar la sensación de soledad, de no sentirse queridos, la culpabilidad, la timidez y el miedo.
En definitiva, las hermanas tendrían un papel protagonista en la promoción de la salud mental positiva, y a largo plazo también promoverían el contacto familiar, más allá del fallecimiento de los padres.
El mismo estudio sugiere que el hecho de tener una hermana, puede provocar que la otra persona sea más amable y generosa al promover comportamientos sociales positivos, tales como la compasión o el altruismo, como muestras de afecto y amor, algo que ni siquiera los padres serían capaces de promover de la misma manera.
Incluso tras sufrir peleas típicas del día a día, las actitudes positivas saldrían ganando, dado que dichos conflictos promueven, a su vez, la regulación de las emociones a largo plazo.
HABILIDADES SOCIALES
Según el escritor Jeffrey Kluger, autor de libros como “The Sibling Effect”, el hecho de tener una hermana mayor “intimidante”, tendría beneficios como mejorar la resolución de conflictos, promover la empatía y aprender a manejar argumentos o situaciones difíciles.
Por otro lado, quienes tienen una hermana menor más insegura, esto mejoraría las capacidades de empatía y cuidado.
Estudios aseguran que los hermanos que crecieron junto a hermanas desarrollaban mejores habilidades comunicativas con las mujeres, respecto a aquellos que eran hijos únicos o tenían hermanos.